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A veces yo escucho a personas predicando el evangelio y doy gracias a Dios porque Él tiene a personas para cada tarea en este inmenso pueblo suyo, pero qué pena que estén tan poco preparados para enseñar, presentar, vender la más importante mercancía que jamás se le haya encargado al hombre. Los oigo predicar, y a veces no saben ni preparar un sermón. Comienzan con un punto, y el final ni se sabe lo que predicaron. No hay conocimiento, no hay disciplina, no hay formato… ¡no hay preparación!
Dios ha dotado a algunos para ser maestros, otros pastores, otros líderes, otros estudiosos, otros profetas, otros apologetas, etc. Pero todos deberíamos ser como los bereanos, asiduos estudiantes de la Escritura y todo lo que nos ayude a presentarla bien y con eficiencia.
El hecho es que tristemente, una de las grandes deficiencias de la Iglesia Universal, es la poca preparación que en general tienen aquellos que andan predicando la Palabra de Dios. ¡Gloria a Dios por todos y cada uno de ellos, pero si estuvieran mejor preparados, Dios los podría usar con mayor efectividad aun! Esa es la verdad… Si usted es la excepción, no se sienta aludido. Pero si le sirve el zapato… ¡Por favor, póngaselo!
Así que es común ver a muchos líderes entre los que me cuento a mí mismo, preocupados por lo que consideramos un conocimiento deficiente de las principales doctrinas, de parte de la mayoría de los maestros, pastores, etc., ¡Cuánto más de los feligreses de esos líderes!
Pero si el conocimiento del Dios bíblico es deficiente entre líderes, imagine al pueblo impío, perdido, ajeno a lo que dice la Biblia de forma casi absoluta. Pero, ¿Saben quiénes sí saben mucho de Dios y de lo que dice la Biblia? Los ateos. Claro está, no entienden ni papas de aquello que dice la Palabra de Dios, por no tener al Espíritu Santo, pero sí que saben mucho lo que ella dice.
¿Saben lo que reveló una encuesta hecha al público que salía de las 8 mega-iglesias más grandes de Estados Unidos y a 2000 ateos universitarios?
¡Que como cristianos, el conocimiento de los cristianos era muy defectuoso, pero que el de los ateos, gente poco o nada espiritual, era mejor! ¡Eso es horrible!
Permítanme decirles algo por experiencia propia. Entre el año 1983 y el 1997, yo me definía "Comunista Ateo". Me sabía la Biblia (aunque no tenía la revelación especial de ella), me había leído docenas de volúmenes de la obra de escritores denominados "Padres de la Iglesia" como Agustín… uno de mis favoritos; Sabía sobre Israel, el conflicto palestino-israelí y sobre apologética; sabía tanto que "me echaba a cualquier cristiano en un bolsillo". ¡Ese era mi orgullo!
¿Saben por qué? Porque los cristianos con quienes me había enfrentado, nunca habían podido darme respuestas satisfactorias a preguntas auténticas y justiciadas.
Los que han leído mi primer libro, "¿Creación o Evolución?", sabrán que es cierto, porque inicio mi primera obra haciendo una crítica constructiva y lanzando un reto al pueblo de Dios para que se prepare, porque gente como yo, que andaba buscando respuestas, necesitaba a creyentes que no sólo supieran hablar en lenguas, interpretar profecías, citar 40 versículos bíblicos, orar y ayunar y ser fieles a su fe, sino que también supieran "Dar razón (respuestas) o presentar apología por la verdad que había en ellos" (1 Pedro 3:15).
Así que ahora aprovecho para hacer un renovado llamado a que usted se prepare.
Hay una universidad cristiana en Nueva York que anualmente me paga los costos para que por una semana vaya a su campus e imparta 40 horas de apologética a sus estudiantes. ¡Preparar a los futuros líderes, pastores, maestros de escuelas bíblicas, etc. en apologética, debería ser la norma, no la excepción!
¿Cómo es posible que un ateo perdido e ignorante se eche en un bolsillo a un siervo del Dios viviente, que está equipado con el Espíritu Santo y el poder de Dios!? ¿Cómo?
¿Cómo es posible que un Testigo de Jehová un adventista perdido e ignorante se eche en un bolsillo a un siervo del Dios viviente, que está equipado con el Espíritu Santo y el poder de Dios!? ¿Cómo?
¿Cómo es posible que un musulmán o un católico perdido e ignorante se eche en un bolsillo a un siervo del Dios viviente, que está equipado con el Espíritu Santo y el poder de Dios!? ¿Cómo?
Pastor Dawlin A. Ureña
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