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    Autor: Dawlin A. Ureña PhD.
    (El Doctor Ureña es Pastor, y miembro de la Asociación Científica
    CRS - Creation Research Society)
    Si cuando suceda el Rapto estoy embarazada, ¿Qué sucederá con mi bebé?

    Antes de responder a esta pregunta, me gustaría que el lector lea primero nuestra posición con respecto a si los niños menores de edad serán raptados (los ya nacidos). Al leer ese artículo el lector sabrá nuestra posición en ese sentido.

    Ahora, la pregunta que nos envía esta otra lectora es un poco más complicada, pero obedece al mismo principio que tratamos en el artículo anteriormente mencionado: Que un niño o un bebé no es salvo porque sea "inocente" conforme juzgamos nosotros los humanos. Aunque nos duela admitirlo, la Biblia no dice en ningún lugar que los bebés y niños pequeños irán al cielo sólo por ser "inocentes".

    La Biblia promete salvación (i.e. ser levantado en el rapto) para aquellos que están en Cristo Jesús, para los que son parte de su Iglesia. Los niños, amados hermanos lectores, por más "inocentes" que los pensemos, ni están en Cristo Jesús ni son parte de la Iglesia.

    He estado presente en múltiples entierros de bebitos y es típico escuchar a pastores aún evangélicos decir a los padres: "Este bebé está salvo y tiene vida eterna. De seguro estará en el cielo esperándolos a ustedes. Este bebé era inocente y como nunca pecó, Dios lo tendrá con Él para siempre...".

    Sin embargo, la Biblia nos dice que tan pronto un ser humano nace en la tierra, nace en pecado, nace caído, nace bajo la maldición de nuestro padre común, Adán. Es triste tener que decirlo, pero ¿acaso podemos ignorar lo que dice la Biblia?

    "Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron." Romanos 5.12

    Si por ser niños, los bebés fueran salvos, eso significaría que cuando crecen pierden esa salvación y es ahí, al crecer y lograr conocer la diferencia entre el bien y el mal cuando pierden la salvación. ¡Eso sería absurdo!

    Dice la Biblia que la amistad/comunión con Dios (salvación) la perdió Adán por su pecado y todos nosotros (nuestros hijos incluídos), por ser descendientes de Adán, también nacemos sin esa salvación. Es por eso que Dios envió a Jesús, a recobrar esa salvación y al venir a Él, la recobramos.

    "En maldad he sido formado y en pecado me concibió mi madre" Salmos 51.5

    No interpretar la Palabra tal y como debemos haría que podamos pensar que todos los niños del mundo que mueren antes de conocer la diferencia entre el bien y el mal (yo diría, antes de crecer lo suficiente para comenzar a pecar), estarán en el cielo. En otras palabras, esta absurda declaración afirmaría que los niños de padres y madres indúes, islámicas, budistas, etc., cuando nacen y mueren en la infancia, forman parte de la Iglesia Santa que Dios está reuniendo en el cielo para un día casarla con su Hijo en las bodas del Cordero!

    Entender o no entender, no tiene nada qué ver, en el caso de los niños menores y personas supuestamente inocentes o ignorantes: Somos hijos de Adán. Adán pecó y nos condenó A TODOS al infierno y punto. MIREN, si la inocencia es un pasaporte al cielo, digamos la de una persona que muera sin habérsele predicado el Evangelio (Un indígena pre colombinos, un nepalí o un aborigen, etc.), ir a predicarles es un MAL HORRIBLE, ya que tan pronto oigan de Cristo, perderán la "inocencia" y entonces, si no creen, los destinaremos al infierno. Así que siguiendo la lógica de algunos, NO DEBEMOS EVANGELIZAR (desobedeciendo a Marcos 16:15-18). Y OTRA COSA, de ser como dicen algunos, que los inocentes o ignorantes van para el cielo, entonces el cielo tendrá más almas que entraron por la Puerta B (inocencia -ignorancia) que por la Puerta A (Cristo Jesús). ESO CONTRADICE DOCENAS DE ESCRITURAS CLAVE DE LA BIBLIA. Así que cuidadito al que lea la lógica de esta gente, que es sutil, parece inocente y bien intencionada, pero ES PELIGROSA. - Doctor Dawlin Ureña

    Este tópico continúa analizándose en este otro artículo del Pastor Ureña

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