Durante el tiempo del Antiguo Testamento, Dios sabía qué podía hacer daño a su Pueblo. Recordemos que estamos hablando de gente primitiva en comparación con los avances y técnicas que hoy usamos para cocinar nuestros alimentos. Dios sabía que comer carne con sangre podría traer varios problemas de salud a su pueblo porque ellos en el momento carecían de los métodos de cocinado apropiados. Existen bacterias que para morir necesitan que el calor a que son sometidas alcance cierto nivel.
Hoy día esas limitaciones han sido superadas por el hombre y ya el Espíritu de Dios no nos redarguye cuando comenmos cosas que incluyen sangre bien cocida. De hecho, es imposible liberar TOTALMENTE de la sangre a NINGUNA carne que se cocine. Dios, sin embargo, intentó reducir al mínimo la exposición de su pueblo a las enfermedades. Por supuesto, como ellos no sabían porqué Dios le prohibía esto, ellos le daban un matiz religioso. Note la lectura en Hechos 10:9-17.
Yo conozco a personas que son vegetarianos y son muy saludables. ¡Yo los admiro! Pero en mi caso, yo prefiero comer carne. ¡Al parecer Pablo concurre!