Aunque la NIV no comprometió el mensaje central de la salvación, dígase que Jesús, Dios hecho carne, se entregó por nuestros pecados en la cruz y que mediante la fe en su sacrificio podemos ser salvos, también es cierto que los traductores introdujeron, cambiaron y a veces hasta tergiversaron porciones de la Escritura que a los evangélicos nos resultan de suma importancia. Así que siempre que usted pueda, cíñase al uso de la Reina Valera del 70, consciente de que ninguna traducción y/o versión es infalible, ya que solamente en sus versiones originales, la Palabra de Dios está como fue dada: sin error alguno. - Pastor Ureña