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Aunque como creyentes debemos estar siempre agradecidos de Martín Lutero por haber creado las condiciones para sacar el Evangelio (noticia tan buena que es difícil de creer - i.e. salvación inmerecida… por gracia) de las garras de la Iglesia Católica Apostólica y Romana, también debemos estar plenamente conscientes que sus intenciones no fueron todas diáfanas; especialmente en lo referente a los judíos. Dean Inge una vez escribió: "El peor genio malvado de Alemania no es Hitler, ni Bismarck ni Federico el Grande, sino Martín Lutero" Cuando Martín Lutero introdujo la Reforma, él estaba convencido de que los judíos quedarían encantados con su nueva versión del cristianismo y se unirían a él en su lucha contra la Iglesia Católica. Pero eso no sucedió. Y es por eso que aunque al principio él dijo cosas alhagueñas sobre los judíos, una vez vio que no lo apoyaron, vació todo lo que en realidad albergaba en su corazón contra los judíos, usando terminología que hasta a sus correligionarios alemanes dejó escandalizados. (Ver Bonhoeffer) De hecho, muchas de las ideas que proporcionó Martín Lutero sobre lo que se debía hacer contra los judíos, fueron adoptadas casi literalmente por Hitler y sus malévolos ayudantes. Las más antisemíticas declaraciones de Martín Lutero se pueden encontrar en un tratado suyo titulado "Sobre los judíos y sus mentiras", donde, entre otras cosas dice": "Primero, sus sinagogas o iglesias deben quemarse… En segundo, sus casas deben asimismo ser derribadas y destruidas… En tercer lugar, deben ser privados de sus libros de oraciones y Talmudes La Biblia, Martín Lutero y los Judíos En Gálatas 6.7, la Biblia dice que lo que el hombre sembrare, eso también cosechará. Esta ley, de cosechar lo mismo que se siembra es una ley instaurada por Dios en el mismo principio de su creación, en Génesis. ¿Y saben qué? Esta ley no ha cesado ni cesará jamás. Es tan cierta como la ley de la gravitación universal o la ley de la gravedad. Si siembras mangos, mangos cosecharás. Si siembras escasamente, escasamente cosecharás. Se cosecha lo que se siembra y en la misma medida en que se siembra Si sembramos amor, cosechamos amor. Si sembramos odio, odio cosecharemos. Pues después de siglos sembrando odio contra los judíos, los alemanes cristianos cosecharon lo que sembraron: Seis millones de judíos asesinados por uno que tomó literalmente la basura de Lutero, de los académicos del día y hasta de la Iglesia Católica, y lo ejecutó a la perfección. A Adolfo Hitler y a su grupo de matones le encantaban las escrituras luteranas de este tipo. El Pogrom no fue más que obediencia absoluta a lo que Hitler tenía en su corazón, a lo que muchos había sembrado en Europa y a lo que el Diablo siempre ha querido: aniquilar el Pueblo de Dios. Lutero, Hitler y los judíos Los judíos ven a Hitler como otro matón de las Cruzadas que simplemente continúo lo que habían iniciado los cristianos en Europa hacía siglos. Lo más triste es que ellos, los judíos pueden todavía leer por todas partes que tanto las Cruzadas como el Holocausto se hizo "para cumplir la voluntad de Dios". Nadie debería ruborizarse por oír a los judíos de hoy hablar del "odio cristiano" y usar ejemplos como Lutero y Hitler para mostrar dicho odio. De hecho, para escribir este artículo, hice una búsqueda en línea y encontré que las fuentes para este material antisemítico estaba siendo auspiciado por judíos (sí, para que se sepa lo que hicieron "cristianos" contra ellos). Si esto le sorprende, entonces debemos hacer lo que todo buen cristiano debe hacer. Quitar el velo satánico al antisemitismo hitleriano, luterano o proveniente de cualquier fuente pasada, presente o futura. El antisemitismo de ayer, el de hoy, y el de mañana es del diablo. Se encuentre en voz de Alemania, el Islam, los movimientos liberales y progresistas, etc., o de quién se encuentre. Es el diablo el que quiere aniquilar a Israel y si usted es antisemita, usted está buscando ayudar al diablo. El Antisemitismo es del diablo y todos los que lo practican también son de él. La Biblia dice: "Ama a tu prójimo como a ti mismo". También nos ordena que amemos aún a nuestros enemigos. Cuánto más debemos defender y amar a aquella raza de la cual vino nuestro Salvador. Cuánto más debemos defender y amar a aquella gente a quienes les debemos el Manual que Dios ha usado para traernos paz, esperanza y sabiduría, además del Mensaje de la vida eterna. El antisemitismo es pecado y el pecado no confesado condena el alma La mayoría de los lectores de ADF quedarían asombrados de la forma en la que la iglesia protestante alemana y Católica Romana cooperaron con Hitler para exterminar totalmente al Pueblo de Dios de la faz de la tierra. De hecho, en su libro "Mi Lucha", escrito por uno de los más grandes asesinos de la humanidad, Adolfo Hitler dice "creo que estoy actuando de acuerdo a la voluntad del Creador Todo Poderoso: al defenderme contra los judíos, estoy luchando por la Obra del Señor…" ¿Cómo es que una barbarie de esta magnitud sucedió en un mundo moderno? ¿Cómo es que hombres y mujeres bautizados, lavados con la sangre, salvados por Jesús, se sintieron justificados en ejecutar a millones de Judíos? Ahhh, es que después de todo, los "judíos mataron al Cristo". (Recomiendo leer Bonhoeffer: pastor, mártir, profeta, espía) La tergiversación del mensaje del Nuevo Testamento por parte de grupos religiosos (ya que no importa quién haya matado a Cristo - y fueron los Romanos -, sino que lo que importa es que Cristo fue quién "vino a entregar su vida por muchos"), la apatía de casi la totalidad del cristianismo y en especial la malversación diabólica de la verdad por parte de gente que se ha asociado alrededor de los grupos sociales liberales y progresistas, son los principales responsables hoy día del sostenimiento del antisemitismo... por supuesto, junto a una religión echa a la medida para contrarestar al Cristianismo, nos referimos al Islam. Usted sólo tiene que preguntar a los jóvenes de hoy día, esos que hoy llenan las plazas protestando por el derecho que tiene las ballenas a existir, los bosques a permanecer, la naturaleza a sobrevivir..., quién tiene la razón en la lucha milenaria por el diminuto territorio que hoy llamamos Israel. Hágalo y luego piense, si el Anticristo (el diablo) no usará ese mismo razonamiento durante la Gran Tribulación para una vez más "reunir los ejércitos de la tierra para arrasar con Israel" y los judíos. ¡Hágalo! Los cristianos de hoy tenemos un llamado Si usted se considera cristiano, católico, protestante o neo-protestante, usted tiene la obligación de amar y orar por la paz en Jerusalén. Usted tiene el mandato de no oponerse a una ley divina que dice que todo el que venga contra Israel será maldecido y que todo el que lo bendiga será bendecido. Si usted odia a los judíos, usted tiene que arrepentirse. Los judíos, equivocados como están (hasta tanto reconozcan a Jesús como su Mesías), son nuestro prójimo y debemos amarlos, así como debemos amar y perdonar a los musulmanes, abortistas, ateístas, etc. El día del Juicio de la Naciones Dios preguntará a cada individuo cómo trató a su Pueblo y a su Gente. ¿Qué responderá usted? Yo, el Pastor Dawlin Ureña, nuestro ministerios ADF y todos los que aquí laboramos, siempre estaremos prestos para defender el derecho del Pueblo de Dios a existir. Sabemos que sus políticas exteriores no siempre son las más sabias y populares, pero los apoyaremos contra aquellos que los quieren exterminar y contra el originador antiguo del odio contra Israel, el Diablo. Artículos relacionados
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Pastor Dawlin A. Ureña. PhD
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