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Aunque esta pregunta al principio me pareció una broma, al leer las noticias proporcionadas por el lector, de varios países, por ejemplo en EE.UU., Canadá e Italia, por sólo mencionar tres, en los que esto ya es una realidad, uno ve hasta dónde los liberales han llegado.
Pues como dice el lector que nos envía la pregunta, ahora han aprobado algunas leyes sorprendentes que tienen que ver con la ilegalidad de las peceras, especialmente para los peces de colores.
Los activistas de los derechos de los animales dicen que las peceras son crueles (también dicen que matar pavos para navidad, año nuevo, una fiesta, un restaurante, es un crimen, mientras no dejan de participar en una marcha en defensa al "derecho" de abortar bebitos humanos). Al parecer, también se han aprobado leyes que requieren que los ciudadanos ejerciten regularmente a sus perros, porque "no hacerlo, representaría un abuso a los derechos de los animales".
Note nada más a los extremos a los que nos ha llevado una de las caras del liberalismo, dígase el amor por los animales. Tales pronunciamientos reflejan erosión significante del enfoque judeocristiano del mundo.
Después de crear a los animales, Dios creó a los primeros seres humanos, apartándolos del reino animal al crear a los humanos a su propia imagen (Génesis 1:27). Recordemos que los humanos poseen un alma y un espíritu que continúa viviendo después de la muerte del cuerpo en que viven (Eclesiastés 12:7; Zacarías 12:1; Lucas 16:22-31; Hebreos 12:9; Santiago 2:26).
Y aunque le duela a los idólatras hombrecillos que por no poder amar a otros humanos, vierten su amor en los animales, los animales no comparten esta dimensión espiritual con los humanos. Un animal murió y listo. Al polvo, de donde vino. Nada ocurre con su espíritu. Así que no crea la mentira de quien se la diga, de que su perro o su gato le estarán esperando en el cielo. Eso es basura liberal para apaciguar a otros paganos que quieren enclavar panteísmo y humanismo en el cristianismo.
Ahora, una cosa es ser cruel y otra es saber su puesto en la creación. Dios ve mal la crueldad innecesaria contra un animal, porque cuando lo haces, aunque el animal no tiene alma y espíritu, lo que está mal es tu corazón, al mostrar tu enojo o tu ira con un animal indefenso y desprovisto de conciencia. Pero, ¿Matar un venado, una gallina o un conejo para alimentar a tus hijos? ¡Por favor! ¡Seamos más serios!
Volviendo al tema de los peces (de colores), los que parecen tener más derechos que los demás feítos que carecen de colores, debemos reiterar que los animales no son humanos, y no deben ser considerados como tales. Ahora que lo pienso, no dudo que mucho de esto esté relacionado con las taquilleras películas "Buscando a Nemo" y "Buscando a Dory" que últimamente se han usado para vender la porquería liberal a nuestros niños.
La Biblia habla directamente del tema de la relación entre los humanos y los peces. El hombre está aquí para que "señoree [gobierne] en los peces del mar" (Génesis 1:26,28; Salmos 8:6-8). De hecho, la Biblia declara específicamente que, entre otras cosas, "todos los peces del mar... en vuestras manos son entregados... [y] os serán para mantenimiento - [comer, eat, manger, essen, mangiare… ¿capisce?]" (Génesis 9:2,3).
El problema es que cuando los seres humanos se apartan de Dios y del enfoque adecuado de la vida y la existencia humana provista en la Biblia, terminan con las sensibilidades distorsionadas que vemos en los liberales… protegiendo a los árboles, corales, bosques, ballenas, pececitos, mientras asesinan "por derecho" a los bebitos humanos.
Y esto no es nuevo. Miren cómo lo expresó magistralmente Pablo hace 2,000 años:
"Y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza."
Romanos 1:23-26
Dawlin A. Ureña, PhD.
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