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A menudo yo mismo les estoy pidiendo a los hermanos que nos visitan a antesdelfin.com que no olviden interceder por un servidor. ¿Por qué? Porque la Biblia es inequívoca cuando afirma que "oremos unos por otros… (porque) la oración del justo es poderosa y eficaz." Santiago 5:16. (Parafraseo mío. DAU).
Imagine que hay un familiar que se enfrenta a una enfermedad terminal, un vecino que necesita desesperadamente a Jesús, pero se aleja cada vez que usted intenta compartir a Cristo con él, o su país, que como ahora Venezuela, Puerto Rico, Brasil o EE.UU., por mencionar sólo a algunos, está en grave necesidad… Y así como el pastor le pidió a usted que intercediera por la necesidad que ustedes tenían en mente, ¿qué se puede hacer por esa necesidad, pero luego, por todas las demás? ¿No es usted uno de esos "justos" de que habla la Biblia?
Muchas veces, los problemas que enfrentamos parecen demasiado grandes para nosotros. No importa lo mucho que lo intentemos, no podemos resolverlos en nuestra propia fuerza… pues es en momentos como esos cuando tenemos que postrarnos ante el Señor lo que se denomina "la oración de intercesión".
¿Qué es la intercesión?
La intercesión es la oración que pide a Dios por sus necesidades, pero en especial, las necesidades de los demás. La intercesión consiste en conocer cuál es la voluntad perfecta de Dios, conforme nos es mostrada en su palabra, pedir que se doblegue el actuar humano y los planes del enemigo, para que esa voluntad divina pueda reinar en medio de la situación. "Que no sea mi voluntad, sino tuya".
¡La intercesión es pura guerra espiritual!
Como nos dice Pablo, nuestra guerra no es carnal, sino casi siempre espiritual y por lo tanto, el campo de batalla no es esta tierra, sino "el mundo espiritual", "las regiones celestes", "el mundo que no se ve".
"Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes."
(Ef. 6:12)
Pastor Ureña, ¿Y quién soy yo? ¡Yo no soy nadie!
¿Pero usted no sabe quién es? Si usted es un creyente, nacido de nuevo, sepa que usted es hijo o hija de Dios! "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios"
Juan 1:12
"Y como hijo, heredero, parte de la familia, Dios nos pide que nos "Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro."
Hebreos 4:16
Dawlin A. Ureña, PhD.
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