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Su pregunta es válida y muy interesante.
En otros artículos me he referido al asunto de cómo aparecieron las razas y también cómo pudo el ser humano habitar todo el planeta a partir de la dispersión de la Torre de Babel (Ver Artículo 1, Artículo 2 y Artículo 3). Ahora respondamos su pregunta con la esperanza que el lector primero haya leído un poco sobre los artículos aludidos anteriormente.
Aunque nos da la impresión de que muchos de nuestros idiomas soy muy diferentes, la verdad es que no es así. Una vez que estudias el portugués, familiarizarte con el italiano o el francés, resulta mucho más fácil, por ejemplo.
Las diferencias que hay hoy día entre el inglés que se habla en Estados Unidos y el inglés estilo británico, o entre el español suramericano y el español que se habla en España, indican que en un período de unos cientos de años, no hay cambios suficientes en las lenguas aislada para clasificarlas como idiomas diferentes, siempre y cuando las lenguas de que hablamos tengan las mismas raíces. Una vez ocurrió la dispersión de Babel, Dios debió crear 5 ó 6 "raíces" o idiomas originales, de los cuales todos los "ramilletes de idiomas" que hoy tenemos vienen.
Por ejemplo, el inglés y el alemán parecen haber procedido del mismo ancestro proto-germánico.
Palabras comunes como water y wasser son una clara indicación de esto. Pero, por las maneras tan diferentes de utilizar las palabras que resultaron (i.e.,"Ich spreche nicht deutsch" contra "I don't speak German"), este idioma ancestro tiene que haber existido hace 3.000 años como mínimo.
Grupos de lenguas han evolucionado de un ancestro común entre sí de la misma manera que el inglés y el alemán por un lado, el español, el portugués y el italiano por otro, y el finés y el sueco por otro… lo han hecho, por sólo poner unos ejemplos.
Ahora bien, si todos, el sueco, español, chino, inglés, árabe, hebreo, etc. hubieran "evolucionado" a partir de sólo un idioma, habrían tomado un tiempo demasiado largo para acomodar nuestro paradigma creacionista de 6,000 años y alcanzar la variedad tan vasta de idiomas que hoy tenemos. Es por esto que se ha propuesto un período de por lo menos 300.000 años para permitir el desarrollo desde un ancestro común de todas las lenguas del mundo.
Un idioma es más que palabras, y palabras colocadas en cierto orden. Un idioma consiste en palabras que también se pronuncian con cierto ritmo, un ritmo que comunica matices a los demás hablantes del mismo idioma.
Pues para cambiar un idioma completamente, se necesita cambiar todos las atributos: palabras, patrones, ritmos, etc.
Cambiar los ritmos del hablar es lo más difícil de conseguir. Asombrosamente, los niños, por ejemplo, ¡parecen aprender estos pequeños "matices" mientras todavía están en el vientre de la madre!
Así que parece ser que la única manera de cambiar naturalmente el ritmo sería que todas las mujeres embarazadas quedaran mudas de repente y luego se mudaran a un país donde estarían en contacto solamente con hablantes de otros ritmos.
Los estudios de idiomas indican que las lenguas no parecen cambiar de ritmo por evolución, no importa la cantidad de tiempo que le demos: tuvo que haber algo que ocasionó que grupos diferentes "milagrosamente" - o bien, "inexplicablemente", como prefieren decir los evolucionistas de repente adquirieran estas habilidades.
Si nos basamos en lo que pasó en Babel, sin embargo, no necesitamos cientos de miles de años para explicar los orígenes de las lenguas que se oyen hoy día.
El texto de Génesis dice que en Babel Dios confundió el lenguaje y esparció a la gente sobre la faz de toda la tierra.
"Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Por eso se la llamó Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra." Génesis 1:8-9
Babel fue una rebelión comunal contra la instrucción de Dios de multiplicarse y llenar la tierra después del Diluvio de Noé. Así que confundir el medio que usaban para ponerse de acuerdo en contra de Dios, es decir, su lenguaje, fue un castigo justo, eficaz y resulta ser que es la explicación perfecta y más plausible para el fenómeno que vemos hoy: "Ramilletes de idiomas que parecen haber tenido el mismo origen".
Los evolucionistas ni se acercan a proporcionar una explicación razonable a todo esto. Sólo el Génesis tiene las respuestas para el que tiene un cc de razonamiento y no deja que sus intereses sexuales, emocionales, económicos, etc. nublen su razón.
Pastor Dawlin A. Ureña
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