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Especialmente en Latinoamérica, donde la iglesia todavía está llena de "trucutús", muchos piensan que la mujer no puede salir del hogar a trabajar como lo hace el hombre y aunque lo ideal sería que el hombre ganara lo suficiente para que ella se quede en la casa, muchas veces ese no es el caso y la mujer tiene más educación que el hombre y puede salir a buscar un trabajo.
Cuando yo miro a mi pasado, ¿Sabe usted cuántas mujeres cooperaron en mi formación? Pastoras, maestras, bibliotecarias, químicas, ingenieras, amas de casa, consejeras, costureras, agrimensoras, doctoras, abogadas… Todas ellas pudieron haberse quedado en el hogar, pero se educaron, se prepararon y formaron parte de ese mundo en el que me crié.
La verdad es que la Biblia no le prohíbe a ninguna mujer que trabaje fuera de casa.
En Proverbios 31, versículo 24, tenemos el caso de una gran mujer que hasta tenía su negocio propio… o sea que ya en el Antiguo Testamento, ¿listos?.... ¡¡trabajaba!!
"Hace telas, y vende, y da cintas al mercader."
Y repito, aunque lo ideal sería que una mujer pueda quedarse en la casa a criar a los niños, a tenerlo todo perfecto y arregladito para cuando llegue el marido, muchas veces eso no es posible.
Pablo, en su Segunda carta a Tito, exhorta a las mujeres de más edad a enseñar a las más jóvenes acerca de sus roles dentro del matrimonio y en lo referente a la unidad familiar: "Enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos," (Tito 2:4).
El papel de una esposa, es ser de ayuda para el hombre:
"Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él." (Génesis 2:18).
Así que habrá casos, como el mío, en el que por un tiempo, mi esposa ganaba casi el triple de lo que yo ganaba, ya que cuando llegué a Estados Unidos, mi educación en República Dominicana tenía que ser convalidada y mientras esperé, trabajé en el departamento de Servicio al Cliente en un hotel Sheraton en Phoenix, Arizona, mientras que mi esposa, en virtud de ser farmacéutica, ganaba mucho más. Entonces decidimos que yo me quedaría en la casa a criar a las niñas mientras ella trabajaba afuera, pero cuando mis estudios fueron convalidados, los roles cambiaron, y entonces ella hizo lo que siempre soñó: Criar a sus hijos.
Es por casos como el mío que no podemos ser inflexibles. La mujer deberá preguntarse cómo ser la ayuda adecuada que Dios espera que sea para su esposo.
¿Por qué es lo "ideal" que la mujer esté en casa y no trabajando, aunque a veces no es posible?
Porque una esposa es responsable del cuidado de los hijos y del hogar. Mire cómo lo dice la Biblia en Tito 2:5-6:
"(Sean) prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada. Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes;".
Eva, no Adán, es quien fue "designada" para tener hijos, para darle el seno, para cuidarlo mejor. Es por esa situación que Pablo, en Tito 2:5 dice que las mujeres deben "ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada."
Muchas mujeres hoy día trabajan fuera de casa por causas financieras, ya que la sociedad moderna se ha colocado unas cargas, que los dos tienen que compartir en el hogar, para poder subsistir.
Tal y como mi esposa y yo hicimos por un lapso de nuestras vidas, el esposo y la esposa deben decidir juntos lo que requiere la situación financiera de ellos.
El error está en estas familia modernas en las que lo que prima es lo que "queremos" y lo que "necesitamos". Cuando la pareja moderna coloca demasiadas cargas económicas sobre el matrimonio, a veces la mujer tiene que salir a trabajar sin realmente ser necesario. Eses también es un extremo que deberíamos cuidar, ya que los hijos sufren mucho y luego criamos monstruos y nos preguntamos qué pasó.
Hoy día, más y más hijos se están criando por sí mismos… solos, vacíos, sin disciplina, sin roles a quienes imitar.
Piénsenlo bien, pero es posible que su esposa pueda trabajar por un tiempo o hasta de manera permanente, pero alguien tiene que quedarse a criar a sus hijos en el hogar. Eso no es negociable!
Pastor Dawlin A. Ureña
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