|
Pastor Ureña, ¿Necesito un llamado especial para servirle a Dios?
Lo primero que debemos establecer aquí es que la salvación viene sola y exclusivamente de Dios. Por lo tanto, a quién nos debemos al fin y al cabo es a Dios. En otras palabras, si Dios me está diciendo una cosa, y tengo paz sobre ello y Él busca la forma de comunicarme que es su voluntad que yo haga tal o cual cosa (i.e., irme al campo misionero, mudarme de iglesia, comenzar un campo blanco en una zona peligrosa de la ciudad, etc.), mi obediencia final se la debo a Dios, no a ningún hombre.
Dicho esto, advierto que Dios sí coloca a líderes por encima de nosotros con quienes podríamos tener compromisos. Por ejemplo, cuando yo inicié mi primera iglesia, me comprometí a estar a la cabeza de ese ministerio por 3 años. Una vez cumplí con mi líder humano, el llamado a continuar con mi ministerio general, permanece y ese llamado con quien lo tenemos es con Dios.
Existen muchos extremos dentro de esos parámetros que he establecido en los dos primeros párrafos que he compartido con ustedes.
Conozco casos de jóvenes pastores que han terminado su preparación y se precipitan a comenzar obras para las que no están listos, o en áreas donde ya hay otro hombre o mujer de Dios de su misma congregación llevando a cabo una obra, o simplemente van y vienen sin responderles a nadie, porque, según alegan, “Ellos solamente le responden a Dios”. Ese es un extremo!
Sobre el organigrama jerárquico, la Biblia establece un orden en todo lo que existe, afirmando que “Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios es la cabeza de Cristo.” También se nos ordena: “Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos”. Ahora, dentro de todo ese orden, tenemos prioridades. ¿A qué me refiero?
Familia (completa) siendo obediente al llamado en el Campo Misionero. África
Si un pastor le ordena a la esposa de un hermano en la iglesia que se acueste con él, simplemente porque él es el pastor, pues lógicamente sabemos que ella no tiene por qué someterse a ese pastor. De la misma forma, si un pastor nos ordena que no hagamos evangelismo en nuestro tiempo libre, tampoco tenemos por qué obedecerle, porque hay llamados que el pastor carece de autoridad para revocar. En los dos ejemplos anteriores, o a no pecar – en este caso: “No cometerás adulterio”, o a hacer la voluntad de Dios: “Predicar el evangelio a toda criatura…”, ni pastor ni nadie puede colocarse por encima de la ley específica de Dios. Ir a predicar el evangelio es una ley o una orden directa de Dios a todo creyente. Ningún pastor se puede oponer a ello. Pero hay una forma correcta y una forma incorrecta de hacerlo todo. Hay veces que podemos hacer lo correcto, de la forma equivocada.
Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 16 El que crea y sea bautizado, será salvo; pero el que no crea, será condenado. 17 Estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas, 18 tomarán serpientes en las manos y, aunque beban cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
Marcos 16.15-16
Si usted se comprometió a estudiar en el Instituto Bíblico y ya cumplió y también cumplió con su compromiso de ser fiel en el dar, la asistencia, la obra… en la iglesia, y Dios le da un llamado de irse a su pueblo, a África o a Norcorea, a quién usted le debe obediencia es a Dios.
Si su pastor se opone, después de usted cumplir con su parte y ya usted se ha entrenado, pues el pastor estaría faltando y tal vez sus motivaciones no sean del todo sanas; hay personas que no discipulan, sino que controlan. ¡Esa no es la función de un pastor!
Como pastor, mi sueño es tener que hacer lo menos posible cada día en la iglesia y en sus diferentes ministerios. Que los líderes a quienes entreno lo hagan todo, debería ser el sueño de todo gran líder y si sus pupilos lo superan, ¡Cuánto mejor!
¿Es cierto que Dios primero tiene que hablarle a mi pastor para que me permita obedecer el llamado que Dios tiene en mi vida?
Eso no es cierto. Eso no es cierto en lo más mínimo. Dios sí puede usar a un hermano, a un colega, a un pastor o hasta a un inconverso para confirmarte o para enviarte un mensaje que tal vez te has rehusado a escuchar. Pero el llamado es irrevocable y Dios jamás colocará a un líder en tu camino si el llamado es de Él. Si sucede, las motivaciones de ese líder, pastor o quien sea, no son nobles.
Cualquier líder o pastor que no se dé por enterado de que una vez una oveja es adulta necesita reproducirse, está trabajando bajo un juego de motivaciones equivocado. ¡Los que crean ovejas son las ovejas, no los pastores! Son los miembros ya discipulados de nuestras iglesias los que tienen que a su vez responder el llamado que Dios hace a TODOS LOS CREYENTES, de "ser pescadores de hombres".
Por todas estas razones, una vez nuestros hijos espirituales están discipulados y ha llegado la hora de que den frutos... ¡DEBEMOS ENVIARLOS CON SUS CARTAS DE RECOMENDACIÓN...! ¡Y de todo lo que hagan ellos, nosotros recibiremos también crédito en el cielo! Aleluya!
Dios escoge de la nación que quiera para enviar a la nación que también Él quiera. Lo importante es salvar al perdido!
Quiero aquí hacer una salvedad. Noten que nunca mencioné al cónyugue. Si usted y su cónyugue no se ponen de acuerdo en irse a comenzar una obra, la paz en el hogar está por encima del llamado y usted no puede, bajo ninguna circunstancia (como han hecho millones), abandonar a su esposa o esposo e hijos para irse a donde se le ha hecho el llamado. O se van todos convencidos de que Dios los envía o no se va nadie. Pero usted no hace nada marchándose a África o a Sur América a ganar almas y dejar perdidas las suyas propias en su propio hogar.
Sé que estos son temas muy espinosos, muy subjetivos y también multifacéticos. Aquí no puedo tratar todas las combinaciones que se pudieran presentar, pero he tratado de establecer parámetros generales que nos guíen.
Para concluír los dejo a todos con el reto de Pablo, a los líderes que han sido llamados y a los pastores que han entrenado y les da trabajo dejar ir a sus líderes:
¿Cómo pues invocaran a aquel en el cual no han creído? ¿Y como creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?...
Romanos 10. 14-15
Para que Cristo salve a la humanidad hacen falta
1. Iglesias y sus pastores que entrenen y envíen
2. Hombres y mujeres que atiendan el llamado
3. Iglesias, ministerios e individuos que apoyen al que atiende el llamado
4. Puestos de trabajo donde llegar a ganar las almas (que puede ser misiones internas o en el exterior).
Así que pastores y líderes y aquellos que tienen el llamado, ¡Sea usted parte de este gran trabajo de equipo! ¡No permita que el diablo le robe su corona!
Lic. Dawlin Ureña
Artículos relacionados
Regrese al Índice de Preguntas y Respuestas
Búsqueda dentro de ADF y sólo sitios recomendados por ADF
Debata con los Profesionales en nuestros FOROS 
Únase al debate! (Regístrese y participe!):
Página Principal | En qué creemos | ¿Deseas ser salvo? | Galería | Defienda su Fe | Es el Islam una religión de paz?
| Cuándo sucederá el Rapto de la Iglesia? | Testimonios |
Niños | Visite la Web de nuestra Iglesia | Enlaces
| 
