Pastor Ureña, mi profesor dice que la genética es una de las mayores aliadas que tiene la evolución para mostrar que el hombre ha evolucionado de especies simiescas
Mire qué curioso que justo en estos días me envían esta pregunta, porque hace pocos meses se han descubierto nuevos genes en el cerebro humano que representan muy malas noticias para la evolución
Como dice su prefesor universitario, ¿No es la genética una de las principales aliadas de la evolución? ¿No se enseña, que por ejemplo, el cerebro humano evolucionó a partir de un cerebro de simio?
Pues fíjese que dos nuevos estudios describen cuatro genes humanos llamados SRGAP2A, SRGAP2B, SRGAP2C y SRGAP2D, que se encuentran en tres regiones separadas por completo con respecto al número de cromosomas.
Estos genes parecen jugar un papel importante en el desarrollo cerebro. Pero, tal vez lo más sorprendente de este descubrimiento es que tres de los cuatro genes (SRGAP2B, SRGAP2C y SRGAP2D) son únicos a los seres humanos y se encuentran en ninguna de las especies de mamíferos, ni siquiera en los monos, de donde se supone que los heredamos.
Aunque cada uno de los genes comparten algunas regiones de similitud, todos ellos son claramente únicos en su estructura general y funcionamiento cuando se comparan entre sí.
Los evolucionistas afirman que una versión original del gen SRGAP2 debió haber sido heredado de un antepasado simiesco y que conveniente, pero misteriosamente se debió duplicar de alguna manera y entonces se trasladó a áreas completamente diferentes del cromosoma y luego, de maneras aún más misteriosas, se han modificado para desarrollar nuevas funciones.
Si usted lee la maraña evolucionista que va desde un "podría", a un "se cree" y salta a un "varios científicos proponen que...", todo esto, que necesariamente debió suceder para que la evolución tenga algún tipo de explicación, "supuestamente ocurrió varias veces en el pasado distante", después de los humanos divergieron de un antepasado imaginario en común con los chimpancés. (Aaaachú!)
Pero esta historia ahora crea mayores problemas para nuestros compañeros religiosos evolucionistas (les llamo "creyentes" porque para CREER en que todo eso "debió haber sucedido", se necesita mucha, pero mucha fe).
En primer lugar, cuando se comparan entre sí estos genes, las ubicaciones de genes en el cromosoma 1 SRGAP2 son cada uno muy únicos en la disposición y la estructura de la codificación de la proteína.
Siendo este el caso, los genes no se ven duplicadas en absoluto, por lo que la carga de la prueba recae sobre el paradigma de la evolución, que debe explicar cómo se supone que un gen ancestral se duplicó, se empalmado en diferentes lugares del cromosoma, entonces, convenientemente, se reorganizó y se modificó para cumplir con todas estas pasmosas y complicadísimas funciones... y todo esto, sin interrumpir el funcionamiento del cerebro del mono o de los monos ancestrales en quienes todas los mutaciones sucedieron por "accidente".
Pero el problema no termina ahí. El segundo problema tiene que ver con la ubicación exacta de las versiones del gen SRGAP2 B, C y D . Estas versiones de este gen flanquean el centrómero del cromosoma, que es una parte especializada del cromosoma, a menudo cerca del centro, que es importante para muchos procesos celulares, incluyendo el núcleo de la división celular y la arquitectura de la cromatina.
Como tal, estas dos regiones cerca de los centrómeros son increíblemente estables y obligatoriamente deben estar libres de mutaciones debido a una extrema falta de recombinación. No hay precedente para la duplicación de los genes, incluso cediéndole el imposible hecho de que pudieran ser capaces de saltar en estas secuencias súper estables, y mucho menos que después, hayan sido capaces de re-organizarse para desarrollar las funciones que ahora desarrollan - no comunes a ningunos de los demás.
El hecho de que tres genes recién descubiertos, que son únicos y exclusivos de los seres humanos y que no se encuentren en ninguna otra especie conocida de mamíferos, ESPECIALMENTE entre aquellas especies de donde se supone que procedemos en la cadena evolutiva, ha sido hábilmente escondido y ocultado en la verborrea de la evolución.
Es evidente que este es otro importante descubrimiento genético que invalida la evolución humana y demuestra que estamos creados exclusivamente "a imagen de Dios" como el libro del Génesis enseña.
En otras palabras, su profesor universitario cree en un hombre de paja!
Lic. Dawlin Ureña
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