Dios nos dice en lo que consiste el ayuno verdadero, el que agrada a Dios: ayunar y compartir con los pobres y con los hambrientos. No oprimir al desvalido y comenzar a tratar al pobre con equidad, dándoles lo que se ganan. Compartir nuestras bendiciones con los demás. Dejar de pelearnos entre sí, etc.
El tipo de ayuno que sí agrada a Dios
Cuando ayunemos debemos hacerlo ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE parar buscar la presencia de Dios. Si lo hacemos para que la gente nos vea, ese ayuno será inaceptable ante Dios. Debemos ayunar para alimentar, durante el período de ayuno, más a nuestro espíritu que a nuestra carne. Como la tendencia natural que la carne empuje más que el espíritu, debemos alimentar al espíritu para que siempre termine haciendo lo que el Espíritu de Dios desea en nuestras vidas y así no sucederá como alguna vez sucedió con Pablo: