Boa continúa diciéndonos: "Según la esposa de Mahoma las revelaciones debieron haber sido dadas a Mahoma de parte del ángel Gabriel. Mahoma puso atención a su esposa y decidió recitar todo el contenido de sus revelaciones mientras que varios de sus amigos las escribían. Estas revelaciones proporcionadas durante tales convulsiones son las que hoy se llaman Corán (Qur'an, o Recitaciones)."
"Cuando el ángel le ordenó "predica" (iqra), se sintió incapaz de hacerlo y no supo qué decir. El dictado que recibió le imponía repetir la sentencia que hoy es el comienzo del capítulo 96 del Corán. En la versión de Juan Vernet se lee: "¡Predica en el nombre de tu Señor, el que te ha creado! Ha creado al hombre de un coágulo, no de la tierra como hasta el momento sostenía el relato de la creación contenido en el Génesis bíblico. ¡Predica! Tu Señor es el Dadivoso que te ha enseñado a escribir con el cálamo: ha enseñado al hombre lo que no sabía." Autores biográficos de Mahoma recalcan que no se sabe de ninguna escritura escrita por el mimos Profeta, y sugieren que es posible que Mahoma no supiera escribir. Tras un breve periodo durante el cual no recibió ninguna otra revelación, éstas "experiencias" se reiniciaron y continuaron hasta el final de sus días.
Recopilación de las Revelaciones
Diferente a como se recopilaron las escrituras de los Profetas y Apóstoles bíblicos, las revelaciones dadas a Mahoma no fueron escritas o recopiladas hasta años después de su muerte. Pues para comprender el desarrollo de la predicación de Mahoma es necesario tener cierta idea acerca del orden en que le llegaron las revelaciones. Cuando éstas fueron recopiladas tras su muerte para elaborar el Corán, no se hallaban organizadas atendiendo a ningún orden. Los eruditos musulmanes tradicionalistas y modernos elaboraron diversas hipótesis acerca de los lazos existentes entre algunas de las secciones del Corán con episodios de la vida de Mahoma. En todas ellas se advierte que los hombres serán inevitablemente juzgados por "Dios" por su mala conducta en el mundo terrenal, y castigados con severidad si no se corrigen. A medida que pasaba el tiempo, y al ir adquiriendo Mahoma autoridad sobre la primera comunidad musulmana de Medina, se cree que las revelaciones se hicieron más largas, con un tono menos urgente, centradas en la solución de los conflictos prácticos que debían afrontar él y sus seguidores. Estas revelaciones incluían un sin número de instrucciones, desde qué hacer con los Judíos que no aceptaran los mensajes de Alá (incluyendo el exterminio de éstos), hasta cómo comportarse con las compañeras "inferiores" a los hombres, a saber, las mujeres.
Existen dos relatos que, según la tradición, se remontan al comienzo de la trayectoria de Mahoma como profeta, aunque algunos especialistas modernos los consideran narraciones típicas acerca de su aprendizaje. Uno de ellos tiene que ver con la visita a Mahoma, mientras dormía, de dos ángeles que le abrieron el pecho y eliminaron toda huella de incredulidad y de pecado que encontraron en él. El segundo cuenta cómo Mahoma fue llevado por la noche desde el lugar de La Meca donde dormía hasta el trono de "Dios" en los cielos. Por la mañana se encontró de nuevo en La Meca. Se trata del famoso relato del Viaje Nocturno (Isra), que proporcionó la temática para gran cantidad de alegorías en el sufismo y que con toda probabilidad, debido a sus asombrosos reclamos, haya inspirado la Divina Comedia de Dante.
Las tradiciones acerca de quiénes fueron los primeros seguidores de Mahoma en La Meca, aparte de Jadiya, de su primo Alí y de Abu Bakr, su futuro suegro, son muy variables. Sin embargo, todas coinciden en que los seguidores de Mahoma no eran numerosos y que la mayoría de los habitantes de la ciudad les reprochaba subvertir la religión politeísta de sus antepasados, uno de cuyos dioses principales era el dios luna, llamado Alá.
Las tres diosas
En el Corán 22, 51/52 y 53, 19/20 se encuentra la narración cuando Mahoma tuvo una "experiencia" en la cual, desesperado por atraer hacia su causa a los habitantes de La Meca, fue tentado por "Satán" para proclamar como revelación divina determinados versículos que, de hecho, eran una perversión de la verdad. Estos versículos reconocían a tres diosas que los residentes de La Meca adoraban, otorgándoles un lugar en el Islam como intermediarias entre "Dios" y los hombres. Al oír esto, las gentes de La Meca, quienes eran adeptos al politeísmo, aceptaron el Islam. Aparentemente y por un tiempo, esta revelación dada al Profeta funcionó ya que la nueva religión creció mucho en poco tiempo.
Los "Versos satánicos"
Sin embargo, el ángel Gabriel comunicó más tarde a Mahoma que la supuesta revelación provenía de Satán y no de Dios, razón por la que teólogos contemporáneos islámicos han acuñado el término "Versos satánicos" para designar estos versos. Según la tradición, Gabriel le reveló las palabras exactas (que hoy se pueden leer en el Corán: 22, 51/52 y 53, 19/20). En la versión ortodoxa, las diosas eran descalificadas como "meros nombres", sin poder ni verdadera entidad. Cuando les fueron revelados los versículos auténticos, los habitantes de La Meca, decepcionados por la eliminación súbita de sus diosas, abandonaron el Islam y abrazaron sus antiguas creencias.
La eliminación de sus diosas no fue agradecida por los habitantes de Meca. La oposición contra Mahoma y sus seguidores en La Meca alcanzó tales proporciones que, tras enviar a sus adeptos a buscar refugio en la cristiana Abisinia (hoy Etiopía) y después de un intento fallido de obtener apoyo en la cercana ciudad de Taif, en el año 622 Mahoma se trasladó con algunos de sus compañeros al asentamiento agrícola de Yatrib, a unos 300 km. al norte. Este suceso, conocido como Hijra (o Hégira), fue el punto de inflexión de la suerte de Mahoma. Tras la Hégira se estableció la primera comunidad musulmana (umma) en Yatrib, y más tarde el episodio marcó el inicio del calendario musulmán, conocido como "era de la Hégira". Poco después se le cambió el nombre a Yatrib por Medina.
Según algunas tradiciones, Mahoma había sido invitado a residir en Medina por algunos de sus habitantes, a fin de servir como conciliador entre diversas facciones. Tal es la explicación más generalizada de por qué se le aceptó con tanta rapidez como figura investida de autoridad. Al principio, la comunidad que dirigió estaba formada por musulmanes y por paganos, que convivían con gran número de judíos residentes en la ciudad. En los años posteriores a la Hégira, la comunidad se fue convirtiendo cada vez más al Islam, aunque se comprende que muchos de sus miembros no aceptaron este credo por convicción. A aquellos que no aceptaron el Islam, en la tradición suele denominárseles 'hipócritas' (munafiqun). Muy pocos judíos aceptaron el Islam, aunque en su mayoría fueron expulsados o ejecutados por orden de Mahoma a medida que su relación con ellos empeoraba.
Persecución de los Judíos
La persecución contra los judíos quienes se negaban a aceptar que el mismo arcángel Gabriel que Jehová había usado tantas veces en el Antiguo Testamento para traerles tantas promesas, ahora fuera usado por el mismo "Dios" para revelar que Él había escogido otra religión, otro líder diferente a su prometido Mesías, en una tierra diferente a aquella prometida a su Patriarca Abraham, etc. Pues los Judíos fueron "perseguidos y miles de ellos murieron aniquilados por orden de Mahoma" (Enciclopedia Encarta).
Para lidiar con la situación Judía se buscó una salida política y se les declaró "agentes o aliados de sus enemigos". De esta manera se justificaba su persecución y eliminación desde el punto de vista político, en vez de usar razones religiosas, las que sin duda serían mal vistas.
Una de las razones que explican la creciente aceptación de la autoridad de Mahoma en Medina fueron sus éxitos militares. Las huestes de Mahoma organizaron ataques y saqueos contra caravanas de La Meca desembocando una importante victoria sobre una poderosa fuerza militar de esta ciudad en Badr en el año 624. Consecuencia de esta victoria son algunos párrafos del Corán en donde se hace referencia al yihad o guerra santa: 8, 5-18 y 66/65. Los ataques de La Meca contra Medina fueron rechazados con dificultad en las batallas de Uhud (625) y en la denominada del jandaq, 'foso', en el año 627.
Nótese que Mahoma instauró su religión a través de la fuerza militar y el saqueo a caravanas y ciudades. El Cristo de la Biblia, Jesús de Nazaret dio su vida como "cordero rumbo al matadero" para cargar con la culpa de la humanidad por el pecado.
A medida que crecía el prestigio militar de Mahoma, las tribus vecinas comenzaron a establecer alianzas con él y a aceptar el Islam, más por razones políticas y económicas que por la aceptación de la coherencia religiosa que presentaba su creciente religión. Resultaba bastante difícil para los árabes de la península arábica aceptar a un solo "Dios", pero no era difícil en lo absoluto. Su problema consistía no en la aceptación de un "Dios" adicional, sino en la eliminación que eso traía consigo de sus otros "dioses" y "diosas".
En el 628 Mahoma pudo firmar el tratado de al-Hudaibiya con La Meca. Aunque este tratado implicaba una serie de concesiones de su parte, tuvo el efecto de igualar el rango de su comunidad con el de La Meca. En el 630 consiguió hacerse con el control de La Meca casi sin oposición. Los habitantes de la ciudad que se le habían enfrentado en otra época aceptaron el Islam. La Kaaba, que ya se había convertido en elemento central de las ideas del Islam, fue al fin abierta a los musulmanes. Ahora todos podían en armonía adorar al un solo "Dios", a uno escogido entre los muchos que hasta el momento eran adorados por los árabes, ese "Dios" fue Alá (el "Dios" de la luna). La Kaaba, un meteorito, es el emblema escogido para centrar la adoración musulmana.
Tras la conquista de La Meca, el prestigio y la autoridad de Mahoma siguieron expandiéndose por toda la península Arábiga, y las fuerzas militares musulmanas llegaron al sur de Siria. En el 632, Mahoma viajó por última vez desde La Meca a Medina para realizar las ceremonias del peregrinaje (hach). Este episodio se denomina Peregrinaje de Despedida, ya que poco después, tras regresar a Medina, falleció. Fue sepultado en su casa de Medina, y la segunda mezquita en importancia del Islam se construyó en las inmediaciones de su tumba.
Pastor Dawlin A. Ureña
Cambita, San Cristóbal. República Dominicana
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