Un golpe al ‘creacionismo progresivo’ (millones
de años) y no al creacionismo Bíblico literal
(miles de años)
Los medios de comunicación se han enfocado en el descubrimiento
de los ‘humanos más antiguos’ o ‘nuestros
primeros ancestros’ en Etiopía, datados en 160,000
años. En realidad, mucha gente podría confundirse
con esto. Ya que ¿no se habían encontrado humanos
que supuestamente habían sido ‘datados’ como
más antiguos que eso? ¿Y no se había dicho
ya que los ‘ancestros humanos’ tenían millones
de años?
La diferencia es que este último descubrimiento concierne
a los humanos modernos, Homo sapiens, y apareció
en la portada de la prestigiosa revista Nature (12 de
junio del 2003). La revista contiene artículos sobre
el descubrimiento escritos por paleoantropólogos evolucionistas
importantes. Tim White y sus
colegas reportaron sobre los fósiles,1
y otro artículo reportó las fechas, derivadas
de los últimos métodos radioisotópicos
y la evidencia para un comportamiento completamente
humano.2
Otro paleoantropólogo evolucionista de renombre, Chris
Stringer, del Grupo de Orígenes Humanos del Museo
de Historia Natural de Londres, comentó
acerca del artículo detalladamente.3
Stringer dijo que ésta era una prueba más a favor
del modelo ‘fuera del África’ del origen
humano y en contra del modelo evolucionista rival multi-regional.
ReG ha mostrado consistentemente las falacias y suposiciones
de la datación radioisotópica. Entre ellas, hemos
demostrado las inconsistencias obvias entre los supuestos métodos
infalibles, como la madera datada en miles de años por
el método del radiocarbono, que estaba incrustada en
lava datada por el método del potasio-argón en
decenas de millones de años. Así que dentro de
un marco histórico Bíblico, este hallazgo en Etiopía
es sólo un ejemplo más de fósiles humanos,
probablemente de después de la torre de Babel y el Diluvio,
y por lo tanto no hay razón para emocionarse.
Sin embargo, el nuevo descubrimiento será (o al menos
debería ser) recibido con desánimo por los ‘creacionistas
progresivos (que creen que el universo tiene millones de años)’.
El conferencista más reconocido es el Dr. Hugh Ross del
ministerio Razones para Creer. Para explicar por qué,
debemos entender un poco su trasfondo. Ellos dicen ser ‘evangélicos
conservadores que confían en la Biblia.’ Sin embargo:
· Abiertamente aconsejan aceptar (y se comprometen con)
los métodos de datación falibles de los hombres.
Lo que hace que:
· Se vean obligados a reinterpretar las claras enseñanzas
de la Biblia para acomodar un ‘Génesis literal’
en los ‘millones de años.’ Eso pone la muerte,
el cáncer, el sufrimiento, y el derramamiento de sangre
mucho antes de la Caída y la Maldición, lo que
entra en conflicto con el mensaje del Evangelio.
Además (aquí es donde el hallazgo es relevante),
ellos se adhieren a una creación separada de Adán,
y dicen tomar las genealogías literalmente. Sin embargo
tratan de meter tantos miles de años como puedan, hasta
llegar a 60.000 años, aún cuando la gramática
indica que deben ser tratadas exclusivamente como cronologías.
Por ejemplo, existe evidencia humana cultural y artesanalmente
en fósiles de los Neandertales, los Homo erectus,
e incluso algunos fósiles clasificados como Homo sapiens
(‘arcaicos’). Pero aún con esta evidencia
no aceptan que son humanos, porque de otra manera su edad para
‘Adán’ sufriría. Muchos de estos fósiles
son datados en más de 100.000 años, lo que implicaría
estirar las cronologías más allá de lo
razonable. Así que se han visto obligados a decir que
estos fósiles pertenecen a ‘humanoides sin espíritu’,
no humanos, que coincidencialmente usaban fuego, herramientas,
pintaban en las cuevas y demás. Junto con los dinosaurios
y otras criaturas quienes, según ellos, nunca fueron
vistas por el hombre. Ellos postulan que Dios creó estos
‘humanoides’ y los dejó extinguirse mucho
antes del pecado de Adán.
Sin embargo, ahora que estos humanos modernos tan bien preservados,
y con características anatómicas claras, han sido
encontrados en Etiopía, tienen un gran dilema. La edad
asignada de 160.000 años es considerada como ‘muy
segura’ usando una forma de datación radiométrica
que involucra isótopos de argón, es el método
40Ar/39Ar.
Además, estos especimenes tenían sin ninguna duda
rasgos culturales humanos, como prácticas funerarias,
cacería de mamíferos grandes, y lo que los evolucionistas
describen como ‘una interesante combinación de
tecnología de la Edad Media de Piedra y la edad achelense
superior.2,3 De esa manera es menos
factible para Ross y sus seguidores negar que estos son descendientes
de Adán. De otra manera, tendrían que borrar la
distinción entre humanos y animales, lo que también
denigra sus propios argumentos.
Si niegan la humanidad de estos descubrimientos recientes estarían
haciendo una excepción del peor tipo, porque la única
razón para asignarles el estatus de criaturas pre-adámicas
no humanas sería la datación, no la evidencia
actual de los cráneos o sus prácticas. (Uno esperaría
que no trataran de decirnos ¡deben alargarse las cronologías
otros 100,000 años para llegar a 160,000 años!)
Quizás lo peor para el ‘creacionismo progresivo’
es el hecho que los restos hallados en Etiopía tienen
cierta similitud anatómica a los huesos humanos ‘más
antiguos’. Esto es que a pesar de haber sido clasificados
claramente como Homo sapiens, muestran algunos rasgos de anatomía
humana ‘arcaica’. Por lo cual se les dio el nombre
completo de Homo sapiens idaltu, indicando que son una subespecie
(un subgrupo) de nuestra especie. La verdad es que no sólo
son humanos modernos, sino que tienen una conexión genética
con los tipos de cráneos que Hugh Ross y sus seguidores
han intentado poner a un lado diciendo que no están en
la familia humana. Esto incluye a los Neandertales, que a pesar
de una fuerte evidencia de fósiles de híbridos
que muestran que los Neandertales se cruzaron con Homo sapiens
anatómicamente modernos.4
La conclusión es clara; los especímenes ‘arcaicos’
y estos cráneos ‘sapiens’ de Etiopía
son, obvia y distintivamente, parte de la familia humana, descendientes
de Adán. El problema es, y siempre lo ha sido, la aceptación
total y sin cuestionamiento de los métodos de fechación
radiométrica.
‘Sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso’ (Romanos
3:4).
Referencias
1. White, T. et al., Pleistocene Homo sapiens
from Middle Awash Ethiopia, revista Nature 423(6941):742–747,
12 de junio de 2003. Regresar al texto.
2. Clark, D. et al.,
Stratigraphic, chronological and behavioural contexts of Pleistocene
Homo sapiens from Middle Awash, Ethiopia, revista Nature
423(6941):747–752, 12 de junio del 2003. Regresar
al texto.
3. Stringer, C., Human evolution: Out of Ethiopia
(Evolución humana: fuera de Etiopía), Revista
Nature 423(6941):692–695, 12 de junio de
2003. Regresar al texto.
4. Wong, K., Who were the Neandertals? (¿Quién
eran los Neandertales?), Revista Scientific American Special
Edition 13(2):28–37, 2003. Regresar
al texto.
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