Gracias por su interesante pregunta, amado hermano. La verdad es que esta pregunta es mucho más interesante que lo que parece, ya que muchos creen saber la respuesta, pero un clavado en la Biblia es lo único que aquí nos trae luz.
Algunos dicen que solamente debemos orar al Padre, en el nombre de Jesús, porque Jesús dijo que "Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo" Juan 14:13
Pero, ¿Solamente podemos orar al Padre? ¿Es esa sola escritura toda la verdad? ¿No es Jesús tan Dios como el Padre y como el Espíritu Santo?
Sin más temor, miremos lo que nos dice la Palabra:
Bíblicamente se puede orar al Padre
Existen infinidad de versículos en los que se ora hacia el Padre. Veamos algunos:
"Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal." Mateo 6:9-13
"Yendo un poco más allá, se postró sobre su rostro y oró: Padre mío, si es posible, no me hagas beber este trago amargo. Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú." Mateo 26:19
"En aquel tiempo, hablando Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios e inteligentes, y las revelaste a los niños." Mateo 11:25
"Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y echaron suertes, repartiéndose entre sí sus vestidos." Lucas 23:24
Bíblicamente se puede orar a Jesús
"Y mientras apedreaban a Esteban, él invocaba al Señor y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu." Hechos 7:59
Es innegable que esta oración fue dirigida a Jesús.
"Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección. Y señalaron a dos: a José, llamado Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías. Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido" Hechos 1:21-24
El contexto es claro. Los apóstoles atribuyen el título de "Señor" a Jesús (vrs. 21) y luego oran al "Señor" (vrs. 24). Claramente se trata de una oración a Jesús.
"El que testifica de estas cosas dice: Sí, vengo pronto. Amén. Ven, Señor Jesús" Apocalipsis 22:20. El apóstol Juan está claramente orando a Jesús para que regrese pronto.
Bíblicamente se puede orar al Espíritu Santo
"Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así dice Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán." Ezequiel 37:9
Claramente Dios le dice a Ezequiel que invoque al Espíritu Santo diciendo "Espíritu, ven...". Irrefutablemente se trata de una oración dirigida al Espíritu Santo.
"Rogad pues al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies" Mateo 9:38.
¿Quién es el Señor de la mies? ¡Aquel que envía obreros a la mies! La Biblia declara que es el Espíritu Santo el que envía misioneros (Hechos 8:29; 10:19-20; 11:12; 13:1-4).
Y efectivamente, la Biblia le atribuye el título de "Señor": "Ahora pues, el Señor es el Espíritu..." (2 Corintios 3:17).
¡Así que la Biblia nos dice que es adecuado orar al Espíritu Santo también!
La evidencia bíblica es irrefutable. Puesto que Padre, Hijo y Espíritu Santo son Dios, es totalmente adecuado orarle a cualquiera de los tres. Orarle a uno es orarles a todos, aunque la fórmula predilecta es orarle al Padre, en el nombre del Hijo para que a través de la obra del Espíritu Santo, Dios reciba la gloria en el Hijo.
Pastor Dawlin A. Ureña
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