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¿Quién les da el derecho de juzgar a otros grupos religiosos como "cultistas"?
Lo confesamos, declarar que otro movimiento religioso es "falso", suena presuntuoso al lector fugaz, especialmente en el contexto de una cultura que enseña tolerancia como una virtud. La llamada "tolerancia" en realidad es un término usado para dar libertad irrestricta a los deseos más bajos y oscuros de la raza humana, desde el asesinato en masa de los bebés no nacidos, hasta la creación de un retrato de María, la madre de Jesús, usando sangre obtenida de la menstruación de prostitutas, para contrastar "el mito" del nacimiento de la virgen de nuestro Salvador.
La noción de tolerancia usada en el mundo del oeste es la misma usada por los extremistas musulmanes: "O haces lo que yo digo o se justifica que te ataquemos". En otras palabras, la religión liberal sostenida por líderes como Clinton, Hilary, Kerry y otros defensores de la "tolerancia" y la "pluralidad" no es más que una cortina de humo para oponerse a la ley de Dios: Asesinar impunemente a los bebés indefensos, mientras activa y militantemente se defiende el derecho de las ballenas. Permitir la galopante inmoralidad homosexual, mientras se prohibe a un pastor expresar la posición bíblica sobre esta práctica sodomita. ¡A eso llaman "tolerancia"!
En el ámbito religioso, esta "tolerancia" es la que supuestamente debe crear un clima donde "todas las religiones convivan en un ambiente de respeto y aceptación mutua". Sin embargo, aunque los cristianos no apoyaríamos nunca que se recurra a la violencia para imponer nuestra posición teológica (como lo hacen los musulmanes), tampoco podemos cambiar la naturaleza misma del Cristianismo histórico. Eso es, basado en las declaraciones exclusivistas de Jesús: "El que no está conmigo, contra mí es... El que conmigo no recoge, desparrama... Yo soy la puerta, y el que no entra por mí no verá al Padre... Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, y NADIE viene al Padre si no es a través de mí".
Un cristiano que tome ligeramente estas declaraciones, en realidad podrá ser otra cosa, pero no es cristiano.
¿Qué nos hace diferentes?
La Biblia es clara: Sepárense de las prácticas inmorales y pecaminosas y de todos aquellos que las practican. La Biblia nos insta a imitar a nuestro Salvador exponiendo el error, que nos llevaría al infierno. Nuestra obligación es "examinarlo todo y retener lo que es cierto" (1 Tesal. 5:21). ¡Así lo hacemos!
¿Acaso no es malo juzgar?
Jesús juzgó a los Fariseos y los tachó de hipócritas. Pedro juzgó a Ananías y a Safira y los tachó de mentirosos (Ver Hechos 5:3-4). Pablo juzgó a los Gálatas y los tachó de necios (Gál. 3:1). Nosotros debemos juzgar a los que practican inmoralidades sexuales y tacharlos de "inmorales", debemos juzgar a los que explotan y roban a los pobres y tacharlos de "ladrones", debemos juzgar a los que practican el aborto y tacharlos de "Asesinos", debemos juzgar a los que enseñan un evangelio diferente al que enseñó Jesucristo y tacharlos de "sectarios", "cultistas" y en el mejor de los casos tacharlos de "no-cristianos" y listo.
¿Existe la razón, sin un modelo, sin una referencia?
No. Todo debe medirse contra un modelo. De no ser así, el universo fuera un caos, y nuestra existencia fuera no más que una jungla donde todo lo aceptable a uno sería rechazado por el otro y en un clima como ese, no existe respeto y donde no hay respeto, reina el más fuerte y donde reina el más fuerte, no hay valores morales y donde no existen estos últimos, se pierde toda humanidad y temor.
La Biblia es el modelo. La Biblia es el estándar. Dios nos ha dejado estándares morales y doctrinales para juzgar. Mentir es malo y si alguien miente, un juez le puede tachar de "mentiroso". ¡Listo!
Pedro, en el tercer capítulo de uno de sus libros nos insta a defender, como lo hizo él, Pablo y Jesús, el evangelio y la verdad. Debemos exponer las mentiras disfrazadas de verdad. Debemos no estar ignorantes de las maquinaciones del maligno de hacer pensar a la humanidad de que a la cima de la montaña se llega de diferentes formas. ¡No! A Dios sólo se llega a través de la Puerta, y esa puerta es Cristo. Los demás movimientos religiosos que
Niegan a Cristo
Niegan al Cristo histórico
Niegan su nacimiento de la virgen
Niegan al Cristo crucificado
Niegan a Cristo y su ministerio intercesor único, y optan por atribuir a María lo que solo a Él le corresponden
Niegan que fuera necesario su muerte y resurrección...
O niegan la necesidad de un Salvador
¡Todos son no-cristianos, por lo tanto no-salvos!
Ministerios Antes del Fin defiende la verdad de la Palabra de Dios y no transamos en nuestras creencias porque vienen de un Dios que aunque nos hemos hecho más y más liberales, Él no ha cambiado. Sus leyes de ayer son las mismas de hoy.
Los movimientos cúlticos y las grandes religiones alternativas
han negado la verdad de Dios,
han negado la efectividad de su Palabra
han negado la deidad de su Enviado
han agregado obras a su salvación
y han corrompido una multitud de enseñanzas básicas de su Palabra para acomodar su clero...
¡Todos estos son merecedores de la condenación eterna dada a Sodoma y a Gomorra si no se arrepienten y cambian de rumbo.
No decir lo que Jesús mismo dijo y enseñó sería no amar a estos pecadores, que como antes nosotros también éramos, están perdidos en una telaraña de mentiras, orgullo, lascivia, odio, rencor, crímenes... que hacen a Dios repugnar sus obras.
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