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El 16 de marzo de 1988, solamente 5 días antes del día festivo kurdo más celebrado, el Newrûz (Nuevo Día), el día de Año Nuevo kurdo, la primera ola de aviones iraquíes dejaron caer un presente para los desapercibidos kurdos: cientos de bombas cargadas con gas mostaza, Sarín y otros agentes químicos y biológicos. Dentro de apenas unos pocos minutos, más de 5,000 hombres, mujeres, ancianos y niños cayeron de rodillas mientras corrían. Su muerte fue segura, rápida y angustiosa. Miles de mujeres corrían desesperadamente con niños en sus brazos tratando de evadir la tormenta de gases tóxicos que se les venía encima... pero no podían correr lo suficientemente rápido.
Halabja: Así iniciaron los VALIENTES de Sadam Hussein uno de los días más negros de la historia de la humanidad
Miles de ellos cayeron al suelo asfixiados, con sus rostros deformados, vertiendo sangre por sus narices. Madres con sus bebés todavía en sus brazos yacían en el territorio iraquí sin nadie a quién clamar. Mientras tanto, en algún palacio iraquí, un hombre miraba sus radares, sus mapas y escuchaba los reportes del "ÉXITO" de la reciente campaña sobre los kurdos.
Se podían escuchar los gritos de dolor y de aquellos que pedían ayudar por cientos de calles en este desgraciado poblado del territorio iraquí. Niños con sus caritas deformadas y quemadas por los efectos letales de estos gases daban sus últimos respiros.
Pero… ¡El mundo tarde o temprano los recordaría! ¡Un día, quizás no tan rápidamente como debió suceder, un hombre enfrentaría la condena casi mundial, y en contra de la "opinión pública" arriesgó la seguridad de su propio país y no escatimó gastos, para evitar que NUNCA JAMÁS ese mismo hombre pudiera cometer un holocausto como ese sobre inocentes.
Cuando se hizo el conteo final de los asesinados ese día, se arrojaron estimados espeluznantes, pero un mínimo de 20,000 inocentes y desapercibidos iraquíes murieron ese funesto día. Sin embargo, ante una masacre no vista por el mundo desde la hecatombe judía en manos de los supremacistas evolucionistas alemanes, la reacción internacional fue totalmente muda.
Aquellos que hoy se lanzan a las calles a vociferar reclamos y eslóganes contra el hombre que, contrario a la opinión pública decidió que "suficiente era suficiente", no dijeron ni "esta boquita es mía".
¿Qué dónde estaba los grupos de derechos humanos? La opinión pública fue inexistente. Los pacíficos, compasivos y apaciguadores franceses y alemanes no levantaron sus voces para protestar y demandar la deposición de un criminal que había y continúa asesinando a sus propios compatriotas, a través de los medios más crueles.
 No queremos que lo olvide: El nombre del poblado es Halabja. La fecha fue el 16 de marzo de 1988. El nombre del tirano iraquí es Sadam Hussein. Decimos "es", porque todavía este tirano ¡aún está en el poder! El nombre del hombre que ha decidido deponer a este tirano de una vez y para siempre es Jeorge Bush.
Después de incumplir 16 Resoluciones de la ONU. Después de haber invadido, pillado y asesinado a miles en Kuwait; después de haber asesinado a más de 1.5 millones de sus compatriotas, incluyendo a su propio hijo ¡ESE TIRANO AÚN CONTINÚA EN EL PODER!, y ahora lo hace con la venia de Francia y Alemania, además de millones de "pacifistas" que obviamente sufren de AMNESIA SELECTIVA.
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