Primeramente hermafrodita es un ser que tiene ambos sexos, masculino y femenino.
Los hermafroditas no prueban la evolución en lo absoluto ya que si la probaran entonces tendríamos que preguntar en qué se están convirtiendo los hermafroditas y hasta donde yo sepa, no se ha documentado la conversión de un hermafrodita en ningún otro ser con información genética mejorada o aumentada.
Cuando hablamos de Evolución debemos dejar claro que nos referimos a la evolución enseñada en las escuelas y universidades (pero de la que no se proporciona ninguna prueba). Nos referimos a la Macroevolución (conversión de molécula a bacteria. De bacteria a lagarto o de dinosaurio a ave). Pero al mismo tiempo, cuando hablamos de evolución otras personas piensan en Microevolución (adaptación de las especies). Es importante dejar bien claro que estamos conscientes y están ampliamente documentados los cambios que ocurren en los seres vivos en pos de adaptarse. A estos la ciencia llama microevolución. Yo les llamaría "capacidad de adaptación". Pero estos cambios nunca se han observado ocasionando la transformación de un tipo de animal en otro; de un mono a un hombre, por ejemplo, lo cual sería Macroevolución. Esta última nunca ha sido observada.
¿Qué es necesario para que se dé la evolución?
Para que se dé la evolución, debe haber un cambio genético que aumente la información de un ser a otro. Y esto no ha sido observado nunca en pruebas de laboratorio.
Los hermafroditas no tienen ninguna nueva información. De hecho, en el caso de los humanos hermafroditas lo que vemos es un caso de una anormalidad en el desarrollo embriónico.
Explicación de la formación de los hermafroditas
Los embriones humanos son sexualmente dimórficos al principio (eso significa que contienen características de ambos sexos), ya que ellos todos tienen básicamente la misma información genética y esta información está expresada tan eficientemente como es posible conforme el embrión se desarrolla. Esto es lo que los científicos llaman "economía de diseño". Por ejemplo, en todos los embriones humanos, al principio, tanto el müllerián (femenino) como el wolffián (masculino) se desarrollan, ya que ambos sexos tienen información genética para estas dos estructuras. Ese hecho demuestra que la creencia popular de que "los embriones humanos todos comienzan femeninos" es totalmente falsa.
Las diferencias subsecuentes son el resultado de señales químicas diseñadas que controlan la expresión de la información. Por ejemplo, un juego de genes generalmente encontrado en el cromosoma Y controla los niveles de secreción de testosterona y de dihidroxitestosterona (DHT). Pues por encima de un nivel dado, estas hormonas suprimen el desarrollo del sistema de los müllerián y promueve los wolffián, de forma tal que el embrión adquiere o toma características masculinas.
Este complejo proceso de interdependencia y de precisión perfecta no pudo haber sido fruto de millones de años de experimentaciones al azar entre moléculas. Estos sistemas muestran un diseño… y un diseño, al menos científicamente, siempre requiere un Diseñador.
Ahora bien, si por alguna razón la información genética de un sexo o del otro no es suspendida, entonces tendremos presentes ambos sexos, resultando en un hermafrodita. Pero esta falla en el diseño construido por el Diseñador está muy alejado de la teoría evolutiva de que "moléculas se convirtieron en bacteria" o que los "dinosaurios se convirtieron en las aves modernas".
Los hermafroditas son un defecto o anomalía, ¡No una muestra de evolución!
El estado hermafrodita resulta de un defecto en el desarrollo. Tales defectos suceden en un mundo que ha sido sujeto a la maldición que nos ganamos cuando desobedecimos, y la muerte (precedida de descomposición y deterioro - llamado comúnmente "enfermedades"), fue introducida a nuestro mundo.
Una forma del lector de nuestra exposición saber si ha habido evolución, es preguntándose cuanta mejoría ha habido, o cuánta nueva información ha sido creada, en el ser resultante de la "evolución". Si ha habido nueva información genética agregada, entonces tendríamos evolución. Sin embargo, el hecho de que esta simple solicitud no ha sido nunca producida, es una evidencia contundente de lo superfluo de la posición evolucionista.
Los hermafroditas están muy alejados de la Macroevolución que alegadamente ha estado sucediendo desde hace miles de millones de años: que las moléculas (materia inerte) evolucionaron a células vivas. Que las células vivas evolucionaron a seres funcionales altamente complicados y funcionales. Y que estos seres han evolucionado gradualmente hasta obtener la amplia gama de seres vivos que hoy tenemos a nuestro alrededor.
¿Dónde está la evidencia de esa "evolución"?
Pastor Dawlin A. Ureña
Cambita, San Cristóbal. República Dominicana
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