Las increíbles y espectaculares exposiciones de rocas sedimentarias que se encuentran aún conservadas de forma horizontal, en lugares como el Gran Cañón de Colorado, USA, proporcionan una valiosa evidencia, de forma visible, de los depósitos sedimentarios del Diluvio.
En esta zona del estado de Colorado, existen kilómetros de estratos horizontales de cientos de metros de profundidad, que, conforme a la explicación del pensamiento evolucionista, se supone que fueron depositados en este lugar hace casi 55 mil millones de años.
Los estratos incluyen piedra caliza, esquitos y piedra arenisca. Pues según la posición uniformitaria de la teoría de la evolución, en estos estratos deben haber ocurrido múltiples cambios en el medio ambiente, con inmensos hundimientos y levantamientos regionales. Sin embargo, la evidencia nos muestra que tal posición es totalmente imposible ya que los estratos no podrían haber permanecido tan uniformes y horizontales en un área tan inmensa durante períodos de tiempo tan extensos y a la vez sufrir movimientos sísmicos repetidos.
La forma que tiene más sentido de explicar este fenómeno es en términos de una deposición relativamente rápida de sedimentos, por supuesto, producidas por las aguas del Diluvio de Noé.
Lo que la evidencia nos muestra que debió haber sucedido es que después del Diluvio, mientras las rocas todavía estaban un tanto blandas y sin consolidarse, se formó el cauce del Gran Cañón por las aguas que con inmensa fuerza bajaban de las recientes elevaciones hacia las recientemente creadas cuencas oceánicas.
Evidencias del Diluvio en las paraconformidades
El hecho mismo de que las grandes paraconformidades que podemos observar en el Gran Cañón de Colorado es una evidencia virtualmente irrefutable de que lo que ocurrió allí fue una deposición de corto plazo.
Si fuera verdad que estos estratos se formaron lentamente al paso de los millones de años, ¿Cómo explicaríamos la anomalía de un río (el Río Colorado) que tarda sólo unos cuantos millones de años en cortar a través de unos 2,500 metros de sedimentos que supuestamente tardaron aproximadamente 500 millones de años en depositarse, si los mismos estratos no exhiben efectos de erosión?
La realidad es obvia. Lo que en realidad sucedió, y lo que los evolucionistas se muestran renuentes a admitir es que estos sedimentos fueron depositados durante un período de tiempo extremadamente corto, tan corto como para permitir que la erosión sucediera, lo que significa que los sedimentos todavía blandos fueron arrastrados por una inmensa cantidad de agua en movimiento. Pero la cantidad de agua en movimiento era mucho mayor al volumen de agua que hoy se desplaza por las cuencas del Río Colorado. Además, esto sucedió hace poco tiempo, seguramente hace apenas unos miles de años.
La sedimentación paulatina uniformitaria y las esporas de plantas florales
Las esporas descubiertas abundantemente en el esquisto Hakatai precámbrico y otros estratos, estratos que se especula que tienen miles de millones de años, muestran la ridiculez y dolo gigantesco de las propuestas evolucionistas uniformitarias. Decimos esto porque encontrar un grano de polen (las esporas) de una planta terrestre fosilizada en rocas catalogadas como precámbricas es tan probable como encontrar un cráneo humano moderno empotrado en las vetas carboníferas misisipianas. Si por interés de la comparación aceptáramos el modelo macroevolucionista uniformitario, nos daríamos cuenta que la aparición de estas esporas en estas supuestas capas, muestra la inconsistencia del método usado por los evolucionistas para determinar la edad de los fósiles y demás depósitos sedimentarios.
Pastor Dawlin A. Ureña
Cambita, San Cristóbal. República Dominicana
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