A veces quedo estupefacto cuando veo cómo gente maliciosa toma porciones de la Escritura fuera de contexto y al compararlas con otras porciones, parece que se contradicen. ¡Si no mantenemos el contexto, lo que buscamos es un pretexto!
En Isaías 2:4, Dios está proporcionando un anuncio profético para un tiempo futuro cuando Él será el que se encargue de solucionar las disputas y cuando no habrá más guerra.
Por su parte, en Romanos 15:33, simplemente se nos dice que Dios es un Dios de paz... ¡y lo es! Sin embargo, la Biblia nos proporciona versos donde se nos habla de la justicia de Dios.
En Éxodos 15:3 vemos a Dios como un guerrero. Pero el contexto en que se usa esta descripción es sobre la destrucción de los ejércitos egipcios. Todos sabemos acerca de la forma cruel en la que los egipcios esclavizaron a los hebreos y Dios, COMO UN GUERRERO, vino y los liberó.
En el caso de Joel 3:9-10 se nos proporciona una declaración profética ya que el libro de Joel es claramente de naturaleza escatológica. La Biblia nos dice, que a veces para establecer justicia, ¡es necesario luchar! Hasta Cristo hará guerra contra las tropas del Anticristo durante Armagedón.
No existe contradicción alguna en estos versos bíblicos. Lo que existe es una batalla entre el bien y el mal y aunque Dios ama y prefiere la paz, contra la maldad hay que luchar, y no se lucha si no se ciñe uno de valor y de las armas con que Dios nos ha equipado. Igual que con Dios, quien ama la paz pero ha recurrido a la guerra para lograr la paz y la justicia, también es cierto en muchos casos humanos. A veces la guerra es la única solución... ¡La Biblia nos muestra decenas de casos!
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