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Pacto
Un pacto es acuerdo entre partes. El acuerdo, según las
costumbres del Cercano Oriente antiguo, consta de cinco partes: 1) Identificación de las
partes involucradas, 2) Un prólogo histórico en el cual se establece el valor de la
parte dominante sobre la base de sus actos, 3) las condiociones del acuerdo, 4) las
recompensas y castigos relacionados respectivamente con el cumplimiento o la violación
del pacto y 5) formulación de los documentos en la cual cada parte recibe una copia del
acuerdo (por ejemplo, las dos tablas de piedra de los Diez Mandamientos).
En definitiva, los Pactos que Dios ha establecido con el hombre
resultan en nuestro beneficio. Recibimos bendiciones eternas medainte el Pacto de gracia
(para estudio adicional vea Gén. 2:16, 17; 9:1-17; 15:18; 26:3-5; Gál. 3:16-18; Luc.
1:68-79; Heb. 13:20).
Pecado original
Es una expresión que se emplea para describir el efecto del
pecado de Adán sobre toda su descendencia (Rom. 5:12-23). Específicamente, es nuestra
naturaleza pecaminosa heredada de Adán. La naturaleza pecaminosa se originó con Adán y
pasa de padres a hijos. A causa del pecado original, somos naturaleza "hijos de
ira" , es decir, estamos bajo el merecido juicio de Dios (Efe. 3:2).
Pecado
El pecado es todo aquello contrario a la Ley de Dios, que expresa
Su santa voluntad. Por ejemplo, si uno miente, comete pecado. ?Por qué? Porque Dios ha
ordenado no mentir (Exo. 20:16). Al hacer lo que Dios ha prohibido, uno peca. Además, si
uno deja de hacer lo que Dios ha mandado, también peca (Sant. 4:17). En
ambos casos, el resultado es la separación eterna de Dios (Isa. 59:2). El pecado es
iniquidad (1 Juan 1:3) e injusticia (1 Juan 5:17). El pecado lleva a la ceguera espiritual
(Juan 9:41) y a la muerte (Rom. 6:23).
Pablo trata del pecado en la carta a los Romanos. Allí demuestra
que todos, judíos o no judíos, están bajo el dominio del pecado (Rom. 3:9). Pablo
prueba que el pecado no es simplemente algo malo que se ha hecho, sino, básicamente, una
condición del corazón humano (Rom. 3:3:10-12). En la carat a los Efesios, Pablo afirma
que "somos por naturaleza hijos de ira" (Efe. 2:3). Sin embargo, "Cristo,
cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos" (Rom. 5:6).
Perdón
El perdón es el acto deliberado de pasar completamente por alto
una ofensa, como si nunca hubiese existido. Es un concepto central de la fe cristiana,
como lo muestra el hecho de que existen en la Biblia tres términos hebreos y cuatro
griegos para expresar la idea de perdón. Ningún otro libro sagrado excepto la Biblia
enseña que Dios perdona completamente los pecados. En las Escrituras se dice claramente
que el perdón de Dios es tan pleno que el "olvida completamente" nuestros
pecados cuando otorga su perdón (Heb 10:17). Dios es quien toma la iniciativa de perdonar
(Col. 2:13).
Según la Biblia, existe un solo pecado por el cual Jesús dijo
que no había perdón del Padre, a saber, la blasfemia contra el Espíritu Santo (Mar.
3:28; Mat. 12:32). El contexto de esta declaración indica que este pecado consiste en
atribuir a los demonios o espíritus impuros lo que en realidad es obra del Espíritu
Santo.
Para que el hombre reciba el perdón se requiere arrepentimiento
(Luc. 17:3-4). Para que un Dios santo otorgue el perdón, se requiere derramamiento de
sangre (Heb. 9:22; Lev. 17:11). Nuestro perdón se basa sobre el sacrificio de Cristo en
la cruz (1 Juan 1:7; 2:12). Como cristianos, se nos llama a perdonar de manera tan plena
como nosotros mismos hemos recibido el perdón de Dios (Mat 6:12; Col. 3:13).
Postmilenarismo
Es una posición escatológica que sitúa el reino de mil años
del que se habla en Apocalipsis 20 previamente a la segunda venida del Señor, pero a
diferencia del Amilenarismo como algo diferente de la presente era. Es posible que el
postmilenarismo date del siglo II (Justino Mártir, Diálogo con Trifón 80-81),
aunque adquirió influencia en la Edad Media con Joaquín de Flora (siglo XIII) y, dentro
del protestantismo, desde el siglo XVII con Thomas Brightman. Según el postmilenarismo, a
través de la predicación del Evangelio, el mundo entero será convertido al cristianismo
antes de que el Señor vuelva, estableciéndose así un reino terrenal de mil años (no
necesariamente literales). Al fin de este período habrá una rebelión encabezada por
Satanás y entonces retornará el Señor para destruir las fuerzas del mal, juzgar a vivos
y muertos y establecer el reino eterno. Vea también Amilenarismo, Milenio y
Premilenarismo.
Presciencia
Es el conocimiento anticipado de las cosas que ocurrirán; la
presciencia es un atributo de Dios. El pasado, presente y futuro son todos en un sentido
"presentes" en la mente de Dios. El habita en la eternidad (Isaías 57:15) y
tiene conocimiento infinito (Isaías 41:22,23). Por tanto conoce todas las cosas de
antemano. En el N.T. el término puede significar asimismo "causar que algo
ocurra"; vea 1 Ped 1:2,20.
Predestinar,
Predestinación
Se refiere a la doctrina según la cual Dios ha dispuesto todo lo
que ha de ocurrir, afirmando empero que El no es el autor del pecado. Dios emplea , no
obstante, cosas que en sí son pecaminosas para Su propia gloria y propósitos. Por
ejemplo, la crucifixión de Cristo fue causada por hombres pecadores que injustamente
llevaron a la muerte a Jesús (Hech. 4:27); sin embargo, a través de esa muerte, somos
reconciliados con Dios (Rom. 5:10).
Según la doctrina de la predestinación, es Dios el que decide
quién ha de salvarse (Rom. 9:16) y ello no depende de los deseos de cada persona (Juan
1:13). Dios es quien dispone al cristiano para perdón: "...y creyeron todos los que
estaban ordenados para vida eterna (Hech 13:48). Asimismo, dice Pablo: "A los que
antes conoció, también los predestinó para que fueran hechos conformes a la imagen de
su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó,
a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que
justificó, a estos también glorificó." (Rom. 8:29-30). Otros pasajes a ser
examinados son Efe. 1:4,11 y Rom. 9; vea también Elección y Soberanía.
Premilenarismo
Es una interpretación de la relación entre el reino de mil
años anunciado en Apocalipsis 20 y la Parusía o segunda venida del Señor; por tanto,
concierne al campo de la Escatología. Afirma que el Milenio será inaugurado tras la
Parusía. Cuando Cristo retorne, encadenará a Satanás y reinará sobre la tierra por mil
años, durante los cuales habrá prosperidad, paz y justicia en todo el mundo. Al fin de
los mil años, Satanás será desatado, para sr finalmente destruido. A esto le sigue un
juicio y el estado eterno, con nuevos cielos y tierra. Existen actualmente dos variedades
principales de premilenarismo. La más antigua, el premilenarismo histórico, fue
enseñado por algunos autores cristianos primitivos (Ireneo de Lion, Lactancio, etc.) y
considera que el reino milenario será esencialmente para la Iglesia de Cristo. La más
reciente es el premilenarismo dispensacional, originado con John elson Darby (1800-1882),
que enseña que el milenio será un reino básicamente judío, en el cual se cumplirán
literalmente las promesas hechas a la nación de Israel en las profecías del A.T. Vea
también Amilenarismo, Milenio y Postmilenarismo.
Preterismo
La creencia de que casi todos eventos proféticos ya han ocurrido. El año 70 después de Cristo es el año en el cual los Preteristas alegan que todo lo que se promete en Apocalipsis sucedió. Los Preteristas están solamente esperando que Jesús regrese.
Primogénito
El primer hijo nacido de una madre. Se emplea asimismo de manera
figurativa en sentido de prioridad, superioridad, o excelencia. El varón primogénito de
una familia debía sujetarse a ciertos ritos y gozaba de privilegios (Gén. 27:1-29;
48:13,14). Recibía una doble porción de la herencia paterna (Deut. 21:17). En el N.T.,
se aplica la expresión a Cristo como quien se halla a la cabeza de todo el orden creado
(Col. 1:15,18; compare con Apoc. 3:14, "el principio de la creación de Dios").
El término no significa, ni implica, que haya sido el primer ser creado como
erróneamente sostienen los Testigos de Jehová con referencia a Colosenses 1:15. De
hecho, los ritos de primogenitura eran transferibles (compare Jer. 31:9 con Gén.
41:50-52). En Apocalipsis 1:5 Jesús es llamado el "primogénito de los muertos"
ya que fue el primero en resucitar con un cuerpo glorioso; Pablo se refiere al mismo hecho
llamándolo "las primicias" de la resurrección (1 Cor. 15:20,23).
Profeta
Un profeta es básicamente un vocero de Dios, un mediador
entre Dios y los hombres que les comunica a estos la Palabra de Dios, que ha recibido
directamente de El. Cuando un profeta habla en calidad de tal, es inspirado por el
Espíritu Santo (2 Ped. 1:19-21) y por tanto libre de todo error. No obstante, el profeta
no es una marioneta ni un simple repetidor de lo que ha recibido. Por el contrario,
retiene su propia voluntad, inteligencia y pensamientos mientras comunica fielmente lo que
Dios quiere decir. Dios pone palabras en boca de los profetas (Deut. 18:18; Jer. 1:9). Un
profeta es un siervo de Dios (Zac. 1:6) y Su mensajero (2 Crón. 36:15). Las profecías
pueden clasificarse en tres categorías: concernientes al destino de Israel y de las
naciones paganas, a Cristo (mesiánicas) y al fin de los tiempos (escatológicas). Otra
forma de verlas es en relación al tiempo. Algunas profecías se refieren a la
interpretación divina de hechos pasados, otras a la situación entonces presente, y otras
al futuro; sólo estas últimas son predictivas. El cumplimiento de las profecías del
A.T. en Cristo es una de las evidencias más fuertes a favor de la autoridad e
inspiración divinas de la Biblia. La expresión "La Ley y los profetas" se
refiere a los escritos del A.T. divididos en dos categorías. La Ley es el Pentateuco, y
los Profetas el resto de las Escrituras. Más frecuente, y vigente hasta hoy en la Biblia
hebrea (el A.T.) es una división triple: La Ley de Moisés, los Profetas y los Salmos
(Luc. 24:44). En tal caso, los "Profetas" incluyen los libros históricos y los
libros proféticos, y los "Salmos" comprenden no sólo el libro de este nombre,
sino también otros libros poéticos y sapienciales (Job, Proverbios, Eclesiastés y
Cantares).
Propiciación
El acto de propiciar involucra quitar la ira por medio de
una ofrenda. Su significado se superpone con el de expiar, pero el concepto de Expiación
no tiene la connotación de apaciguar la justa ira de Dios contra el pecador. Para el
cristiano, la sangre derramada por Cristo en la cruz fue tanto una expiación como una
propiciación (Rom. 3:25). La obra de Cristo quitó la ira de Dios de modo que el pudo
pasar "por alto, en su paciencia, los pecados pasados" (Rom. 3:25). El Padre
envió al Hijo para ser la propiciación (1 Juan 4:10) por los pecados del mundo (1 Juan
2:2).
Purgatorio
Es una doctrina incorrecta de la Iglesia Católica Romana. Según
esta enseñanza, existe una pena por los pecados cometidos que debe ser sufrida en el
tiempo, aún cuando el castigo eterno haya sido quitado por la absolución sacerdotal.
Luego de la muerte, aquellos que no están condenados al infierno, pero tampoco son
impecables (o sea, la vasta mayoría de los creyentes) deben ser "purgados" de
sus manchas en un lugar o situación que se denomina purgatorio. Luego de que esto ocurra,
tras un período indeterminado de tiempo, el alma del difunto es libre para entrar al
cielo. Aunuqe nadie sabe cuánto tiempo se prolonga la purga, según la Iglesia Católica
"las ofrendas o servicios dados a la Iglesia, las oraciones de los sacerdotes, y las
misas ofrecidas por familiares o amigos en beneficio de los difuntos pueden reducir,
aliviar o eliminar la estancia del alma en el purgatorio."(1)
Esta doctrina extrabíblica es rechazada por la Iglesia
Protestante, pues refleja una mala comprensión de la expiación de Cristo, y asimismo
añade una ofensa a la obra consumada en la cruz. El error básico consiste en la
enseñanza de que podemos perfeccionarnos a nosotros mismos y quitar nuestro pecado a
través del sufrimiento propio. Se le añade el error emparentado de que las buenas obras
de los vivos pueden ayudar a los muertos. Si tales cosas fuesen posibles, "para qué
sería necesario que muriese Cristo? En Gál. 2:21 Pablo afirmó: "No desecho la
gracia de Dios, pues si por la Ley viniera la justicia, entonces en vano murió
Cristo".
Por lo demás, en la cruz Cristo declaró ""Consumado
es!" (Juan 19:30). En griego, esta expresión era un término contable que expresaba
que una deuda estaba completamente pagada, cancelada, de manera definitiva. Si la paga por
nuestros pecados fue saldada plenamente en la cruz, "cómo puede ser real el
purgatorio, especialmente cuando las Escrituras no lo mencioan, y de hecho contradicen
explícitamente la idea? En efecto, dicen: "está establecido para los hombres que
mueran una sola vez, y después de esto el juicio" (Heb. 9:27).
Rapto
A una hora y un día desconocidos el Señor Jesús descenderá del cielo, y mientras permanece en el aire, recoge a su Novia, la Iglesia, y la extrae de este mundo pecador. Cristo toma la Iglesia entonces al cielo durante los 7 años de la Gran Tribulación. La razón terrenal para el levantamiento de la Iglesia es para permitir el levantamiento del Anticristo y para permitir el cumplimiento de la semana final de la profecía de las 70 semanas de Daniel. Ver Mateo 25:13, 1 Tesalonicenses 4:16 y 1 Corintios 15:51.
El rapto o arrebatamiento de la Iglesia es una doctrina de la
Escatología (relacionada con el fin de los tiempos). Es un acontecimiento en el cual
cuando Jesús regrese, los muertos en Cristo serán resucitados y los creyentes "que
hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al
Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor" (1 Tes 4:17). Esto ha de
ocurrir en el momento de la resurrección, cuando suene la final trompeta (1 Cor 15:
50-53; 1 Tes 4: 16) y los creyentes reciban sus cuerpos gloriosos. Los primeros en
recibirlos son los fieles difuntos, y de inmediato aquellos aún vivos cuando el Señor
regrese.
Hay mucho debate sobre el momento del Rapto con respecto a
otros acontecimientos del fin de los tiempos. En particualar, se discute si ocurrirá
antes, durante o al final del período de persecución llamado la Tribulación; vea
Tribulación,
Reconciliar,
Reconciliación
La reconciliación involucra un cambio para bien en la
relación entre dos o más personas, antes distanciadas o enemistadas. En teología, se
refiere a un cambio de esta clase en la relación entre Dios y el hombre. Somos por
naturaleza "hijos de ira" (Efe. 2:3) y enemigos de Dios (Efe. 2:11-15). Sin
embargo, "...fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo..." (Rom.
5:10). A casa de la muerte de Jesucristo, la relación del cristiano con Dios expermenta
un cambio favorable. Nos tornamos ahora capaces de tener comunión con El (1 Juan 1:3), lo
que antes no nos era posible. Así, somos reconciliados con El (Rom. 5:10-11). Una grave
consecuencia del pecado es que nos separa de Dios (Isa. 59:2), pero esto ha sido atacado y
solucioando en la cruz; fue logrado por Dios, en Cristo (2 Cor. 5:18).
Rectitud
La rectitud (griego dikaiosyne), generalmente vertido
"justicia" en español, es un atributo de pureza moral que, en sentido pleno, le
pertenece solamente a Dios (Juan 17:25). Solamente El es verdaderamente recto. Nadie en el
mundo es recto a los ojos de Dios, excepto el cristiano. Pero éste es recto por
Imputación. Somos considerados rectos ante Dios cuando recibimos a Cristo por la fe (Fil.
3:9). Nuestra rectitud se basa en lo que Jesucristo hizo en la cruz; la rectitud de Cristo
nos es imputada a nuestro favor, y somos vistos como rectos ante Dios. Aunque realmente
somos dignos de condenación, somos hechos rectos (Isa. 61:10) por el sacrificio de Jesús
en la cruz. Cristo es nuestra rectitud ("justicia", Rom. 10:4). Como resultado,
pasaremos la eternidad en la presencia de nuestro santo, puro, amante, tierno,
misericordioso y recto Dios.
Redención
Redimir significa rescatar a alguien de la esclavitud. A menudo
implica pagar un rescate, un precio que hace posible la redención. Los israelitas fueron
redimidos de Egipto. Nosotros fuimos redimidos del poder del pecado y de la maldición de
la Ley (Gál. 3:13) a través de Jesús (Rom. 3:24; Col. 1:14). Fuimos comprados por un
precio, que fue el del sacrificio de Jesucristo (1 Cor. 6:20; 7:23).
<Regeneración
bautismal
Es la creencia de que el bautismo es esencial para la salvación,
es decir, que es el medio por el cual el perdón de los pecados es hecho efectivo para el
pecador. Esta opinión es incorrecta. Pablo dijo que había venido a predicar el
Evangelio, no a bautizar (1 Cor. 1:14-17). Si el bautismo hubiese sido indispensable para
la salvación, entonces Pablo lo hubiese incluido en su práctica normaly en la
predicación del mensaje evangélico, cosa que no hizo (ver también Col. 2:10-11.) Para
mayor información siobre esto, vea Es el bautismo necesario para la salvación?
Reino de Dios
El concepto de Reino de Dios (o su sinónimo "Reino de los
Cielos", que es una forma de referirse a lo mismo, empleada mayormente por Mateo) es
central en el N.T., ya su venida fue el contenido central del mensaje de Jesús (Mar.
1:14-15) y de Sus apóstoles. Un reino implica la existencia de un rey; nuestro rey es
Jesús. El dijo que Su reino no es de este mundo (Juan 18:36) ni es como los reinos de
este mundo. La autoridad de Jesús no proviene de la autoridad humana, sino de la
autoridad de Dios (Luc. 22:29).
La entrada en el reino de Dios se realiza a través del
llamado divino (1 Tes 2:12), el arrepentimiento (Mat. 3:2) y el nuevo nacimiento (Juan
3:5). Se nos exhorta a buscar ante todo el Reino de Dios (Mat 6:33) y a orar por su venida
(Mat. 6:10). Es un reino preeminentemente espiritual: "el reino de Dios no es comida
ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo" (Rom. 14:17). En un
sentido, el reino de los cielos se ha acercado y está presente (Luc. 17:20-21) , y Jesús
ya es rey (Hech. 2:36; 1 Cor 15: 25; Heb. 2:9). Sin embargo, el reino sólo alcanzará la
plenitud de su gloria con el reinado universal y visible de Jesucristo cuando El retorne
personalmente a la tierra.
Resurrección, cuerpos de resurrección
Resucitar significa volver a vivir, ser levantado vivo de entre
los muertos (Juan 5:28,29). La palabra se emplea en diferentes contextos en la Biblia. Por
ejemplo, Lázaro fue resucitado (Juan 11:43), pero, como otras resurrecciones narradas en
las Escrituras, esto significó que su cuerpo mortal fue vivificado y restaurado a la
misma condición corruptible que tenía antes de morir. Esta resurrección es diferente e
inferior a la resurrección de Jesucristo, y a la que ocurrirá cuando recibamos nuestros
cuerpos gloriosos en la Parusía (1 Tes 4:13-18), en el día postrero (Juan 6:39-44),
cuando suene la última trompeta (1 Cor. 15:51-55). Lazaró vivió, pero luego
(presumiblemente) murió. En cambio, nuestra resurrección tiene como modelo la propia
resurrección de Jesús, que es una garantía de que, como El resucitó, nosotros también
resucitaremos. Hasta ahora, Jesucristo es el único en haber recibido un cuerpo resucitado
glorioso e incorruptible. Por esta razón es llamado "el Primogénito de los
muertos" (1 Cor. 15:20-23). Recibiremos nuestros cuerpos en el Rapto cuando Cristo
retorne personalmente a buscarnos.
El cuerpo resucitado no está sujeto a enfermedad, pecado o
muerte. Sabemos muy poco de él excepto por lo que el Señor Jesús mostró luego de Su
resurrección, esto es, que era un cuerpo físico (Luc. 24: 36-43) pero capaz de
desplazarse a Su antojo, incluso de salir y entrar de habitaciones cerradas. Más allá de
esto, el resto es conjetura (vea 1 Cor. 15).
Revelación
Revelar significa declarar algo que era desconocido. En
teología, se refiere a lo que Dios delara de Sí mismo. La revelación se puede dividir
en dos tipos: natural y especial. La revelación natural es aquello que podemos saber
acerca de Dios a partir de la observación de Su creación (Rom. 1:20). A partir de la
creación podemos saber que hay un Dios, que El la gobierna, que tiene un orden, y que El
se ocupa de nuestro bienestar. Sin embargo, no podemos descubrir el plan de salvación a
partir de la revelación natural. Esto requiere una revelación especial.
La revelación especial la ha dado Dios por medio de la Biblia,
de muchas y diversas maneras (Heb 1:1), desde Su manifestacón directa (Exo. 3) hasta
visiones y sueños (Núm. 12:6-8). La revelación definitiva se halla en la Encarnación
de Jesús, ya que El vino para revelarnos al Padre (Mat. 11:27; Luc. 10:22; Juan 14: 6-11;
Heb. 1:1-3) y a comunicarnos el Evangelio (1 Cor. 15:1-4) por medio del cual alcanzamos la
salvación. .
Reyes del Oriente
Y el sexto ángel vertió su copa sobre el gran río Éufrates; y el agua del río se secó para que los reyes del oriente puedan pasar y hacer guerra. Yo creo que los reyes del Oriente son los orientales de hoy día, principalmente involucrando a China, ya que la Biblia dice que estos reyes del oriente vendrán con un ejército de 200 millones de soldados y solamente China tiene esa capacidad. Ver Apocalipsis 16:12.
Rosh Hashanah
La fiesta judía del Nuevo Año civil celebrada en el primer y segundo día del mes Tishri. Durante esta fiesta se tocan trompetas haciendo un llamado al arrepentimiento. Muchos Cristianos piensan que es posible que el Rapto de la Iglesia ocurra durante la celebración de Rosh Hashanah. Ver Numera 10:1-10.
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