H - I
Herejía
Es una falsa enseñanza concerniente a la fe, una posición
doctrinal que se aparta de la verdad revelada en la Biblia. El término proviene de una
palabra griega que significa "elegir": El hereje "elige" qué partes
de la Biblia va a creer y cuáles va a rechazar. Se nos advierte en contra de la herejía
en Hech. 20:29-32 y Fil. 3:2, entre otros textos. Existen históricamente numerosas
herejías; algunas de las más importantes son la de negar la divinidad de Jesucristo y la
naturaleza personal del Espíritu Santo (por ejemplo, los Testigos de Jehová, los
cristadelfos, el Camino Internacional); la de afirmar que los hombres pueden llegar a ser
dioses y que existe más de un Dios (mormonismo), que Jesús perdió su divinidad en el
infierno y terminó allí su obra de expiación (Movimiento de Fe), y que la salvación
exige buenas obras (todas las sectas).
Hijo de Dios
Es un título de Jesús. Implica su divinidad (Juan 5:18) porque
el título lo pone en pie de igualdad con Dios. En elA.T. se aplicaba figurativamente a
Israel (Exo. 4:22). En el N.T. se aplica plenamente a Jesucristo (Luc. 1:35). Tiene muchas
facetas; por ejemplo, muestra que Jesús debe ser honrado como se honra al Padre (Juan
5:22-23), debe ser adorado (Mat. 2:2,11;14:33;28;9; Juan 9:35-38; Heb. 1:6); llamado
"Dios" (Juan 20:28; Heb. 1:8) y se le debe orar (Hech. 7:55-60; 1 Cor. 1:1-2).
Historicismo
Historicismo se relaciona con el proceso de llevar un orden cronométrico de la edad de la iglesia actual a través de la teoría de que un año es igual a un día. La teoría la teoría de que un año es igual a un día toma números como los 2,300 días (Daniel 8:14) y los 1,290 días (Daniel 12:11) y los declara años. Ellos también relacionan los sellos, las trompetas, y los juicios de las copas de Apocalipsis y los designan como eventos históricos que han ocurrido a lo largo de los últimos 2,000 años. Por ejemplo, el quinto sello de Apocalipsis 6, según ellos, puede identificarse como el martirio bajo el Emperador romano Diocleciano (AD 284-304). El Papa normalmente es identificado como el Anticristo. Historicismo es el punto de vista sostenido por los Mormones, los Adventistas del Séptimo-Día, y los Testigos de Jehová.
Hombre
El hombre es una creación de Dios, hecha a Su imagen y
semejanza; por lo tanto, el hombre refleja algo del carácter de Su creador. El primer
hombre, Adán, y la primera mujer, Eva, fueron hechos a la imagen de Dios (Gén. 1:26-27),
y puestos en el Jardín del Edén con el propósito de que gozasen de comunión con Dios y
que cumplisen el plan de Dios para la creación. "Los bendijo Dios y les dijo:
"Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sometedla; ejerced potestad sobre los
peces del mar, las aves de los cielos, y todas las bestias que se mueven sobre la
tierra"." (Gén 1:28). Cuando Adán y Eva pecaron, toda la humanidad cayó con
ellos (Rom. 5:12-21). Adán representaba federativamente a toda la humanidad: "...en
Adán todos mueren..." (1 Cor. 15:22). Como resultado de la desobediencia de Adán,
vino la condenación para todos los hombres (Rom. 5:18). Por tanto, somos por naturaleza
"hijos de ira", es decir, estamos expuestos al justo juicio de Dios (Efe. 2:3).
Naturalmente no buscamos a Dios (Rom. 3:11) ni podemos comprender las cosas espirituales
de Dios (1 Cor. 2:14). Ya que esta es la condición del hombre en su estado natural, es
imposible que alcancemos la salvación por nosotros mismos (Mat. 19:26). Es por esta causa
que necesitamos imprescindiblemente el don gratuito de la salvación (Rom. 6:23) que Dios
otorga a los creyentes a través de la fe en la persona de Jesús y Su sacrificio en la
cruz.
Humildad
La actitud del cristiano que nos enseña a que cada uno "no
tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con
cordura..." (Rom. 12:3). La humildad nos enseña a preferir a otros antes que a
nosotros mismos (Rom. 12:10). Implica conocer nuestra verdadera posición ante Dios. No es
rebajarse abyectamente ni negar las propias capacidades. Santiago dice que "Dios
resiste a los soberbios y da gracia a los humildes" (Sant. 4:6; vea Prov. 3:34; 1 Ped
5:5). La humildad es imprescindible para ser un real discípulo de Jesús (Mat. 18:3-4).
El mayor ejemplo de humildad es nuestro Señor Jesucristo (Juan 13:1-5). Por ello El es el
supremo modelo de humildad, que debe ser imitado por los creyentes: "Haya, pues, en
vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús: El, siendo en forma de Dios, no
estimó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo,
tomó la forma de siervo, y se hizo semejante a los hombres. Más aún, hallándose en la
condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y
muerte de cruz." (Fil. 2:5-8).
Idolo, Idolatría
Un ídolo es una representación de algo en los cielos o en la
tierra, hecha con el propósito de rendirle culto. Los ídolos son una cosa abominable
para Dios (Exo. 20:4; 2 Rey. 21:11; 2 Cor. 6:16). La idolatría consiste en honrar a las
criaturas en lugar de al Creador, postrarse ante los ídolos en adoración, plegaria o
veneración. En sentido amplio, según la Biblia la idolatría no requiere una imagen
material ni un sistema religioso desarrollado. Puede ser cualquier cosa que toma el lugar
que le pertenece sólo a Dios; así, Pablo llama "idolatría" a los malos deseos
y a la codicia (Col. 3:5). Es denunciada y prohibida por Dios en los Diez mandamientos, y
considerada una forma de adulterio o fornicación espiritual. Los idólatras serán
condenados al castigo eterno (Apoc. 21:8; 22:15). Cuando nos convertimos por la fe en
Jesucristo, pasamos de adorar ídolos a adorar a Dios (1 Tes. 1:9).
Iglesia
La palabra procede del griego ekklesia, que equivale al
hebreo qahal, y significa asamblea, congregación de los que han sido llamados.
El término se emplea en dos sentidos, a saber, la iglesia visible y la iglesia invisible.
La primera está compuesta por todos cuantos dicen ser cristianos y se congregan. La
iglesia invisible es el verdadero cuerpo de creyentes, aquellos que son verdaderamente
salvos; ningún hombre puede ver en los corazones para distinguir entre unos y otros, por
tanto la composición de la iglesia invisible sólo es conocida por Dios.
La verdadera Iglesia de Dios no es una organización terrenal con
gente y edificios, sino una entidad sobrenatural integrada por aquellos que han sido
salvados por Jesús. La Iglesia verdadera abarca todo el período de la existencia del
hombre sobre la tierra, y a toda la gente que ha sido llamada a ella. Nos hacemos miembros
de la iglesia, el cuerpo de Cristo, por la fe (Hechos 2:41). Somos edificados por la
Palabra de Dios (Efe. 4:15,16), disciplinados por Dios (Mat. 18:15-17), unificados en
Cristo (Gál. 3:28), y santificados por el Espíritu (Efe. 5:26,27).
Imputar,
Imputación
Imputar es el acto de atribuirle a alguien la bendición,
maldición, deuda o pago de otro. El pecado de Adán, como cabeza de la raza humana, es
imputado a todo hombre (Rom. 5:12-21). Por esta razón, todos somos culpables ante Dios.
Por otra parte, nuestros pecados le fueron imputados a Jesús en la cruz, cuando El
"se hizo pecado" en nuestro favor (2 Cor. 5:21) y cargó con ellos en Su muerte
(Isa. 53:4-6). Esta es la base del perdón de nuestros pecados y de nuestra salvación.
Cristo es así la cabeza de la nueva humanidad redimida (Rom. 5: 12-21; 2 Cor 5:17-21).
Entender el concepto de imputación es fundamental, ya que se encuentra tanto en la base
de nuestra condenación en Adán, como de nuestra salvación en Cristo. Nuestros pecados
le fueron "cargados" a Jesús. Cuando El murió, en cierto sentido nuestros
pecados, y nuestra deuda pendiente con Dios, fueron cancelados, "murieron" con
El. La justicia que mostró a traves de Su perfecta obediencia al Padre, demostrada en su
perfecto cumplimiento de la Ley es ahora imputada, "cargada" en nuestro favor
(Rom. 10:4, 9-10). En resumen, nuestros pecados le fueron dados (imputados) a Jesús, y Su
justicia nos fue dada (imputada) a nosotros. De ninguna otra forma hubiésemos podido ser
salvos (Hech. 4:12).
Infierno
El infierno es el lugar del futuro castigo eterno de los
condenados, incluyendo a Satanás y sus ángeles caídos. Hay varias palabras que suelen
traducirse "infierno" en la Biblia: Hades, un término griego, es la
morada de los muertos que comprende el estado intermedio, entre la muerte y la
resurrección (vea Mat. 11:23; 16:18; Hechos 11:27; 1 Cor. 15:55; Apoc. 1:18, 6:8).
Corresponde aproximadamente al hebreo Sheol , el lugar de los muertos (no la
tumba, que corresponde al hebreo keber y al griego mnema). A esta morada
intermedia van tanto justos (Salmo 16:10, 30:3; Isa 38:10) como impíos (Núm. 16:33; Job
24:19; Salmo 9:17). Gehenna , palabra griega que corresponde al hebreo ge-hinnom,
"valle de Hinom" (Jos. 15:8). Era un lugar donde antaño se hacían sacrificios
de niños y otras cosas abominables. Asimismo, también fue una fosa común donde los
cuerpos eran arrojados y quemados (2 Rey. 23:13,14). Posteriormente se empleó para
designar el lugar de eterno castigo; Jesús mismo la usó en este sentido (Mat.
5:22,29,30; Mar 9:43; Luc. 12:5). Normalmente se traduce "infierno", y en Mat
5:22 el Señor lo llama "infierno de fuego" (gehenna tou pyros). El
infierno es un lugar de fuego eterno (Mat. 25:41; Apoc. 19:20). Fue originalmente
preparado para el diablo y sus ángeles (Mat 25:41). Será, efectivamente, la morada
eterna de los ángeles rebeldes (2 Ped. 2:4), pero también de todo hombre que rehúse
arrepentirse y reconciliarse con Dios por medio de Cristo (Apoc. 20:15; 21:8). Esto
ocurrirá en el juicio final, donde asimismo la muerte y el Hades serán abolidos (Apoc.
20:14). Algunos cristianos y muchos sectarios (por ejemplo, los Testigos de Jehová)
rechazan la noción de un lugar de castigo eterno; hay que recordarles que, según la
Biblia, quien más habló del tema de la condenación eterna fue nuestro Señor Jesucristo
mismo; si no aceptamos creer lo que nos advierte sobre este asunto, ?cómo podemos tomar
seriamente el resto de su enseñanza?
Inmutabilidad
Es el atributo de permanecer esencialmente igual en naturaleza,
que es propio de Dios. El mismo dijo de Sí en Exodo 3:14, "Yo SOY el que SOY",
dando a entender Su inmutabilidad y soberanía. El no cambia, ni puede cambiar Su
carácter moral, Su amor, Su santidad, Su misericordia, Su justicia, Su omnipotencia, Su
omnisciencia, Su omnipresencia ni ningún otro atributo esencial de Su ser (Sant. 1:17).
El mismo atributo es compartido por la Trinidad, Padre (Sant. 1:17), Hijo (Heb. 13:8) y
Espíritu Santo (Heb. 9:14).
La inmutabilidad no significa que Dios no pueda variar en otros
sentidos. La encarnación de Jesús es un ejemplo de cambio (Juan 1:14; Gál. 4:4) .
Asimismo, la actitud de Dios con respecto a una persona cambia cuando ésta llega a ser un
cristiano, ya que en Cristo es quitada la enemistad entre Dios y el hombre (Rom. 5:10).
Nótese que el mormonismo niega la inmutabilidad de Dios, ya que
afirma que Dios no siempre fue lo que ahora es, sino que antes fue un humano de otro
planeta que, a través de un proceso evolutivo, llegó a ser Dios (vea, por ejemplo, vea Mormon
Doctrine, por Bruce McConkie, p. 321.).
Inspiración
Es la acción por la cual Dios guió a los autores humanos de la
Biblia; la doctrina de la inspiración establece que la redacción de las Escrituras se
realizó bajo la influencia directa de Dios. Esto no significa negar el estilo propio de
cada autor humano y de cada libro de la Biblia. Dios no anuló la personalidad de Sus
siervos, sino que más bien la empleó para Su propósito de revelarse a Sí mismo a
través de la obra de ellos. En consecuencia, la Biblia está libre de errores y presenta
con exactitud y autoridad la enseñanza de Dios (2 Tim 3:16). Como tal, es una revelación
que proporciona, de la fuente suprema que es Dios mismo, un conocimiento adecuado de Dios,
la creación, el hombre, la salvación y el futuro. Nos muestra el plan de salvación a
través de Jesucristo, y el hecho de que no podemos salvarnos sino por El.
El argumento más fuerte a favor de la inspiración divina de la
Biblia proviene del examen de las profecías del A.T. concernientes a Jesús y cumplidas
en el N.T. (Luc. 24:27-45). Debido a que la Biblia es inspirada, sus palabras son
inquebrantables y verdaderas (Juan 10: 34-36), eternas (Matt. 24:35; 1 Ped 1: 22-25),
enteramente confiables (Salmo 119:160), vivas y capaces de penetrar el corazón del hombre
(Heb. 4:12). Por esta razón, la inspirada Palabra de Dios realizará todo lo que El se ha
propuesto (Isa. 55:11).
Ira
Biblicamente, es el juicio divino sobre el pecado y los
pecadores. No significa meramente una actitud impulsiva de Dios ante la impiedad, sino que
connota el odio, la repulsión, y la indignación de Dios ante el mal. Dios es amor por
naturaleza (1 Juan 4:16); no obstante, en Su justicia debe castigar el pecado. La
ejecución de este castigo es llamada la ira de Dios. Se manifestará en su temible
plenitud en el final Día del Juicio, cuando aquellos que hayan rechazado la salvación
serán enviados al lago de fuego para su eterno castigo (Mat. 25:31-46; Apoc. 20:11-15).
Además, está presentemente manifestada en menor medida contra los inicuos (Rom. 1:18-32)
en el endurecimiento de sus corazones.
La ira se describe como la furia de Dios (Núm. 32:10-13), como
siendo acumulada (Rom. 2:5-8), y como muy grande (Zac. 7:12). La liberación del creyente
de la ira de Dios es a través de la expiación de Cristo (Rom. 5:8-10). "Dios no nos
ha dispuesto para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor
Jesucristo" (1 Tes. 5:9).
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