AntesDelFin.com | ¡Donde todos vendrán
cuando algo GRANDE suceda! |
La clonación humana copia intencionalmente el código genético de una persona con el propósito de crear otra persona con el mismo material genético. Esto crea una vida humana nueva e individual basada en el modelo genético de un sólo donante o un sólo progenitor en vez de dos. Los intentos actuales para clonar seres humanos utilizan la misma técnica empleada anteriormente para clonar animales, tal como lo hicieron con la oveja Dolly. Al método utilizado se le llama transferencia nuclear de células somáticas, lo que da como resultado la creación de un nuevo organismo por medio de fusión, en vez de fertilización. El resultado de una transferencia nuclear de células somáticas exitosa en animales, es la creación de un miembro individual de la especie que contiene el complemento total del material genético, y este mismo resultado se obtiene por medio de la fertilización. Tal como Dolly es ciento por ciento oveja, así también los embriones humanos clonados serían ciento por ciento humanos. ¿Qué sucede en el proceso de clonación conocido como transferencia nuclear de células somáticas? La transferencia nuclear de células somáticas consiste en remover el núcleo de un óvulo que no ha sido fertilizado y reemplazarlo con el núcleo de una célula somática del donante que va a ser clonado. Una célula somática, como una célula de la piel o un glóbulo blanco, contiene el ADN o código genético del donante. Posteriormente, en vez de que ocurra la fertilización, se aplica una pequeña vibración eléctrica para estimular a la célula a que comience el proceso de división. El resultado es un nuevo individuo clonado que empieza el mismo proceso de desarrollo humano por el que todos pasamos. ¿Cuál es la diferencia entre la clonación “reproductiva” y la clonación “terapéutica”? Toda clonación humana es reproductiva, pues ésta implica la creación de la vida humana. Tanto la clonación “reproductiva” como la “terapéutica” requiere la transferencia nuclear de células somáticas para duplicar el material genético del donante. La diferencia entre la clonación “reproductiva” y la “terapéutica” tiene que ver con el objetivo de la acción y no con el método, planteándose la pregunta: “¿Qué es lo que usted se propone hacer con el clon?” Una vez que el embrión humano ha sido clonado, éste se puede implantar en la matriz de una mujer con el propósito de que a los nueve meses se dé a luz a un infante (clonación reproductiva) o se permita que se desarrolle por varias semanas, y luego se destruya para obtener sus células madres con el propósito de investigarlas (clonación terapéutica). ¿Por qué algunas personas apoyan a la clonación “terapéutica” y se oponen a la prohibición total de la clonación? Se especula que las células madres embrionarias pueden ser una fuente prometedora para curar una variedad de enfermedades humanas. Algunos científicos quieren expandir la investigación de células madres embrionarias usando el material genético de algún paciente para clonar un embrión humano, el cual sería destruido para obtener sus células madres. Estas células serían utilizadas para crear terapias personalizadas que el cuerpo del paciente no rechazaría. Hasta la fecha, los científicos que están tratando de clonar embriones con el propósito de obtener células madres para investigación, no han podido desarrollar un modelo animal o humano que confirme su teoría. Otros investigadores manifiestan que es innecesario el hacer clonaciones sólo para estudiar las células madres embrionarias. Ellos señalan que existe otro tipo de medicina inmunosupresora más efectiva para evitar el rechazo de un trasplante, y señalan que se ha comprobado la existencia de un registro que contiene información sobre fuentes alternativas, por medio de las cuales se pueden obtener células madres, de médula ósea y de la sangre del cordón umbilical, que pueden proporcionar a los pacientes verdaderas terapias médicas. ¿Cuál es la situación sobre la investigación utilizando estas fuentes alternativas para obtener células madres? Un flujo continuo de investigaciones publicadas, muestran que hay grandes esperanzas en el área de fuentes por medio de las cuales se pueden obtener lo que se llama células “adultas” o no embrionarias. Las terapias que utilizan fuentes tales como la médula ósea, la sangre del cordón umbilical y el páncreas, para obtener células madres, ya han tratado con éxito a los pacientes que tienen enfermedades tales como diabetes, problemas cardiacos, y esclerosis múltiple. Estos beneficios terapéuticos para los pacientes demuestran que el uso de células madres adultas, sobrepasa cualquier investigación animal que se esté llevando acabo en la actualidad y que utiliza células madres embrionarias. Uno de los ejemplos incluye la investigación hecha sobre la enfermedad de Parkinson. Un estudio reciente, publicado en los Estados Unidos, informó acerca del éxito logrado al utilizar células madres embrionarias obtenidas de ratones, como tratamiento para algunos de los síntomas presentados por ratas que tenían la enfermedad de Parkinson. Aunque esto suena prometedor, palidece al compararlo con la investigación hecha sobre la enfermedad de Parkinson utilizando células madres adultas. Por ejemplo, en abril de 2002, un médico de Los Ángeles reportó haber tratado de forma eficaz a un paciente que tenía la enfermedad de Parkinson, utilizando las células madres de la neurona del mismo paciente. ¿Por qué su organización apoya la prohibición de la clonación “terapéutica”? La gran cantidad de evidencia que existe del aparente poder sanador de las células madres adultas, hace que la investigación utilizando células madres embrionarias sea innecesaria. Además, son asombrosas las implicaciones morales que se acarrean al crear embriones humanos con el propósito de destruirlos para obtener células madres. Nunca es moral o éticamente aceptable matar a un ser humano para probablemente salvar a otro. Un embrión clonado genéticamente es un gemelo idéntico del donante, excepto con edad diferente, y por lo tanto es totalmente humano. Los embriones humanos merecen la misma protección que los humanos reciben durante otras etapas de desarrollo. Cada vida humana comienza como un embrión, y es de esperarse que crezca a partir de entonces hacia otras etapas de la vida: feto, infante, niño pequeño, etcétera. El tamaño o el lugar no determinan la naturaleza humana. ¿Y qué de aquellas personas que no ven a los embriones humanos durante esta etapa temprana de desarrollo, como personas que merecen protección? Este no es un asunto de ser una persona o no; es un asunto de si la humanidad va a proteger a los humanos más débiles que se encuentran entre nosotros o si permitirá que los humanos jóvenes sean utilizados como si fueran materia prima para experimentos científicos. Otra cosa a considerar es la indudable posibilidad de que los científicos fracasen en sus intentos por utilizar en sus investigaciones, células madres embrionarias que hayan sido clonadas. Actualmente, una definición general de clonación “terapéutica”, tal como lo propuesto en la política pública, incluye la destrucción de embriones clonados dentro de los primeros 14 días de su existencia. ¿Qué pasaría si los científicos descubren que las células madres de un feto de ocho semanas son más prometedoras que las de un embrión de dos semanas? Esta pregunta no es totalmente especulativa: Recientemente, investigadores que trabajan para la empresa Advanced Cell Technology (Tecnología Avanzada de la Célula), en los Estados Unidos, informaron haber implantado embriones vacunos clonados en matrices, permitiendo que los embriones crecieran hasta las ocho semanas antes de ser destruidos para obtener células madres más desarrolladas. Los investigadores dicen que este experimento tuvo éxito gracias a que las células fetales estaban más maduras. (Para más información sobre la posibilidad de que la ciencia no estará satisfecha con las células madres embrionarias clonadas, consulte el testimonio adjunto del doctor en filosofía y letras Stuart Newman, presentado a principios de este año ante un comité del Senado de los Estados Unidos.) ¿Cómo responde usted a las afirmaciones hechas por algunas personas partidarias de la clonación “terapéutica” que argumentan que los embriones clonados son sólo “óvulos no fertilizados”, deduciendo que es moralmente aceptable destruirlos para obtener células madres embrionarias? “Óvulos no fertilizados” es un nombre equivocado. Los partidarios de la clonación “terapéutica” están tratando de correlacionar con los óvulos no fertilizados los productos de la clonación por la transferencia nuclear de células somáticas. Técnicamente, es correcto decir que los óvulos formados por este método no han sido fertilizados con esperma pero ése es el propósito de la clonación: pasar por alto la reproducción sexual. Sin embargo, el resultado de la transferencia nuclear de células somáticas no es “óvulos” (antes de la fertilización o de otra forma) sino embriones que contienen todo el material genético necesario para convertirse en un ser humano en desarrollo. Al utilizar el término “óvulos no fertilizados”, los defensores de la clonación para obtener células madres embrionarias van en contra de su propio argumento porque los óvulos antes de la fertilización no son, ni tampoco contienen, células madres; las células madres sólo existen en los seres humanos que están completos genéticamente. El hecho de que el resultado final de la clonación humana es un ser con células madres valida la naturaleza humana del embrión. Si los productos de la clonación fueran equivalentes al óvulo antes de la fertilización, no habría células madres que recolectar, y de esta forma tampoco habría ningún provecho potencial para la investigación. Los defensores de la clonación “terapéutica” también dicen que los productos de la clonación humana no son capaces de convertirse en seres humanos. ¿Cuál sería su respuesta? Si esto fuera verdad, no habría necesidad de prohibir la clonación “reproductiva”. La realidad es que la transferencia nuclear de células somáticas crea un embrión humano que si fuera implantado en una matriz se desarrollaría en un feto y sería dado a luz como cualquier recién nacido. Al parecer hay apoyo universal por la prohibición de clonación “reproductiva”, entonces, ¿por qué no prohibir únicamente este tipo de clonación? Una prohibición de la clonación “reproductiva” no prohibe la clonación; ésta sólo prohibe la implantación del embrión humano clonado en la matriz de una mujer (o en un útero artificial), con el propósito de darlo a luz. Si se permite la clonación “terapéutica” o la clonación para la investigación de células madres embrionarias, la tecnología desarrollada, debido a esto, añadiría al conocimiento científico de aquellos que quieren clonar con el propósito de dar a luz a este clon. El reto tiene que ver con clonar al embrión, no con implantarlo. Inevitablemente, un embrión humano creado para la investigación de células madres sería implantado en la matriz de una mujer. La única forma de garantizar que esto no suceda, es que cada nación, o que todas las naciones juntas, prohiban toda forma de clonación humana. Por Carrie Gordon Earll
Pastor Dawlin A. Ureña. PhD
|
Nuestra Iglesia |
Profecía |
Creacionismo |
Misterios Bíblicos | |