Para permitirle el paso a través de las puertas del cielo usted necesita tener removidos todos sus pecados, y el único limpiador industrial poderoso que es lo suficientemente fuerte para remover completamente las manchas del pecado, es la sangre de Jesucristo. Puede decirse que el cielo es parecido a los “cuartos limpios” donde las compañías de computadoras producen sus microchips, y el pecado es como cualquier polvo o suciedad que podría intentar encontrar su camino dentro de uno de estos cuartos.
El proceso de manufactura de los microchips requiere de “cuartos limpios”, que deben ser absolutamente inmaculados, teniendo virtualmente cero polvo flotante o partículas de suciedad que pudieran dañar los delicados microchips.
Porque los humanos están contaminados naturalmente con toda clase de suciedad y partículas de polvo, cuando los trabajadores ingresan a uno de estos “cuartos limpios” necesitan utilizar un traje especial que prevenga que ellos despidan partículas.
Para prevenir que el cielo se contamine con partículas de pecado, Dios ha establecido el requerimiento de que cualquiera que desee ingresar en Su morada inmaculada, necesita ser cubierto por la sangre de Jesús. El proceso de descontaminación de pecado es muy simple –usted simplemente pídale a Jesucristo, el Hijo de Dios, que lo haga. Primero, admita su condición de pecador. A continuación, pídale a Jesús que le perdone sus faltas. Finalmente, haga a Jesucristo Señor de su vida, sometiendo su voluntad a Él.
Por su muerte en la cruz, Jesús ha hecho posible que a cada uno de nosotros le sea otorgado un perdón completo de las penas de una condenación eterna. La razón por la que tan poca gente acepta este perdón es porque ellos no piensan que necesitan un Salvador, o que ellos desean encontrar su propio camino de salvación.
"Entonces Jesús dijo a sus discípulos: si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de Mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
(Mateo 16:24-26)
"...que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.”
(Romanos 10:9-10).
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. "
(Juan 3:16).